Donluismaría y la Casa del Rey








Luis María Ansón ha sido considerado por la prensa del Sistema como uno de los grandes directores de periódico de la democracia. En el franquismo se fogueó en el ABC, donde llegó a subdirector siendo un monárquico tolerado por el régimen.

Muerto el tirano fue elegido presidente de EFE y hasta en el 23F fue protagonista: Armada llevaba escrito en un papel de su uniforme militar un gobierno de concentración presido por él mismo -con Felipe de vicepresidente- y Don Luis María de Ministro de Información.

 Al periodista se le ha señalado siempre como golpista en la trama civil del golpe sin pruebas aportadas, denunciando que organizaba en los despachos de la agencia reuniones de militares "cuarteleros". En el 83 es nombrado director de ABC, al que logra llevar a números negros con mano de hierro y gracias a su visión comercial del periódico.

Al monárquico se le ha achacado siempre desde parte de la derecha de ser uno de los culpables de la larga travesía de Felipe González en el cargo -casi 14 años- al liderar mediáticamente a los conservadores, de la misma manera que Fraga en el Congreso de los diputados; de una manera light, casi agradeciendo el poder concurrir en democracia, como si estuviesen acomplejados por su pasado Franquista.

Tras 14 años en el cargo abandona el diario -con guerra con Guillermo Luca de Tena, incapaz gestor que tras intentar negociar las deudas con los Bancos se vio obligado a perder la mayoria del diario-.
Ansón se puso al frente con millonario contrato de Televisa España, una ruina empresarial del grupo mexicano que con la misma facilidad que ganaba millones al otro lado del charco con sus culebrones lo dilapidaba en España -entró en la fallida Vía Digital y en la emisora Radio España-.
Junto a ese puesto intentaba abrir otro periódico conservador; La Razón.

Nace La Razón 

La Razón en su infructuoso intento de reunir capital fue ofrecido a Luca de Tena como una especie de vespertino de ABC, que no cuajó. Y ayudado por su "hermanisimo", el periódico nació con una ideología ultraconservadora y con una receta secreta: valía en kiosko 50 pesetas.
Ansón tras 6 años abandono el proyecto por divergencias con Lara, que editaba con una mano este diario y con la otra Playboy o el secesionista Avui.
 Ahora podría escribir junto a Luis del Olmo el libro; La necesidad de saber retirarse a tiempo para no hacer el ridículo, ya que está acabando una manera patética su carrera profesional desde su fuga de Planeta; primero intentó junto a su hermano lanzar el gratuito Ahora con un sonoro fracaso, fichó por Intereconomía para lanzar el diario La Nación que nunca vio la luz -junto a un proyecto televisivo con José Luis Moreno del que disfrutó un despacho y un sueldo de altura- y estos últimos 4 años deambula con su ultimo proyecto, El Imparcial;  un digital prescindible, tosco, aburrido y "apesebrado".

Ansón en contra de los conservadores, se ha mostrado orgulloso de "ver la cultura y la genialidad donde se encuentre, no por ideologías u otros aspectos".
A Luis María se le puede conocer también por sus traiciones; traicionó a Lara cuando fue jurado de los premios literarios para después denunciar que eran "un montaje" -aunque según él es lógico, porque nadie va a pagar 1 millón de euros si no se asegura la comercialidad de la novela-, babeó con las jovencitas de Miss España para luego renegar de ellas cuando se descubrió la compra del concurso, "cantó" las confesiones de Mingote cuando murió, apuñaló a Luca de Tena contando sus miserias también en su muerte y traicionó a sus amigos de correrías en las tinieblas en Tiempo, el lunes 16 de febrero del 1998: "Había que terminar con Felipe González, esa era la cuestión. Al subir el listón de la critica se llegó a tal extremo que en muchos momentos se rozó la estabilidad del propio Estado. Eso es verdad. Tenía razón González cuando denunció ese peligro....., pero era la única forma de sacarlo de ahí" o "Había que llegar hasta el limite, fue una operación de acoso y derribo".
O sea, Anson denunciaba la conspiración mediática de un grupo de mercenarios -Pedrojota, Antonio Herrero, Gutiérrez, Martín Ferrand, Pablo Sebastián- para derribar un gobierno democrático y como le reconoció Felipe a "El Follonero" cuando le comparaban con los años que duró Franco: "Confundieron ganar con votos que con las botas".

Pero, ¿por qué delato Ansón a sus camaradas? Mucho se ha especulado sobre esto; que si Asensio se quiso vengar de que le quitaran por la fuerza Antena 3, que si Felipe arrinconado por la justicia tenía un dossier sobre los chanchullos de los hermanos Dalton -Luismaría y Rafael-, que si Vera y Barrionuevo le grabaron en un restaurante palabras más duras y para que no salieran, Ansón debía contar la operación antidemocrática, etc.

Anson y la Casa del Rey

Ansón ha tenido que mediar en los peores momentos para su majestad, cosa siempre difícil.
El Borbón puesto a dedo por Franco tiene mucha mierda en los armarios; desde que llegó con lo puesto a la jefatura del Estado, se ha hablado mucho de sus relaciones con Manuel Prado y Colón de Carvajal. Además mucho se ha hablado de su implicación en el 23F- golpista primero, que seguramente se echo para atrás por consejo de Sabino, de sus amigos corrupto, etc.

Ahí siempre ha tenido a Ansón como aliado principal; fue el que convenció a Asensio para comprar unas fotos donde el monarca quedaba a la altura del betún, medió para que Colón y Carvajal no delatara sus chanchullos con De la Rosa  y sobre todo medió para que Barbara Rey no paralizara al país con su testimonio de sus relaciones sexuales con el monarca.

La amistad con la vedette duró 14 años -reconocido hasta por Ansón en el libro El negocio de la libertad- y cuando su testada corona le dijo que adiós y gracias, pues la rubia circense sacó sus garras y le amenazó con cartas y vídeos comprometedores.

Vía Ansón acordó con Barbara pagarle 1 millón de pesetas al mes con fondos reservados para que viviera bien -el nivel de vida de la vedette era desorbitante con joyas, viajes y vestidos de lujo que habían creado una montaña de deudas y facturas sin pagar-.
Pero Barbara no se conformaba y logró en los últimos años de Felipe entrar gracias a García Candau a TVE para presentar un espectáculo que fue un fiasco.
El problema lo heredó Aznar -entre medias en el 97, los telediarios de todas las cadenas habían abierto informativos con las declaraciones de una Barbara fuera de sí, denunciando el robo de unos documentos en la caja fuerte de su casa obra del CESID-. ¿Resultado? Un programa de cocina para la vedette en Canal 9.

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