Lloran las dos Españas.

 

Un día después de la muerte política de Esperanza Aguirre envuelta por un halo de sospechas, fallecía Santiago Carrillo echándose la siesta en su casa a los 97 años.
La derecha del papel lloró ayer por la lideresa y la derecha de la red ha reído a carcajadas por el líder comunista.
"La España liberal pierde a su principal referente", abría El Mundo con lluvia de elogios de Pedrojota, donde destaca la decepción de la lideres con Rajoy -no pierde ocasión para atizarle para que se acerque a salvar su ruina- o Dragó, enchufado en TeleEspe la llama "mejor cabeza política" y Sostres remata la faena con un sueño; "Esperanza dejará de ser presidenta de Madrid pero volverá para ser presidenta de España".
Federico abría tertulia destacando la saca de correos y mensajes llegados a su emisora para dar muestras de agradecimiento a la lideresa -agradecimiento propio por los regalos recibidos-.
También ABC -con Tertsch a la cabeza-, La Gaceta o La Razón -este ultimo con un mensaje dictado desde Génova- elogiaban a la presidenta y en la tele, Telemadrid le dedicaba un especial patético mientras que El Gato al agua desenterraba a Álvarez del Manzano y al amigo/enemigo Granados para enjabonar a la presidenta.
Y al día siguiente las lágrimas se convirtieron en alegría con la muerte del odiado Carrillo.
 Las semillas sembradas por los Franquistas durante décadas de disfrazarlo de lobo feroz han servido para ver años después muestras de rencor, odio y revancha de una derechona cavernaria e incostitucional que ha visto a uno de los padres de la democracia como el asesino de Paracuellos -los mismos mierdas que intentan lavar conciencias con el cuento de que la Guerra comenzó en el 34 o los mismos que callan las purgas Fascistas de pelotón de fusilados contra tapias de cementerios-.
La que sobresale es como siempre La Gaceta -en su versión digital-, que rescata los incidentes de Paracuellos para pisar sobre su cadáver -Osea la República recibe un golpe de estado del ejercito, el clero y los ricos, le matan a casi un millón de personas casa por casa, instauran 40 años de fascismo y estos solo se acuerdan de 2.000 muertos de una cárcel-.
También brillante como siempre Libertad Digital, donde demuestra una vez más su falta de medios con una breve articulo/portada sobre Santiago tirando de agencias y varios ensayos antiguos de la web.
Solo destaca la hijoputesca defecación de César Vidal, que siempre eterno y sectario en sus escritos lanza una mierda al nivel de su podrida mente.
Cesar pinta a Carrillo como un cobarde en la Guerra, además de un asesino -apoyándose, oh no, de fuentes comunistas- y de un mal hijo que atacó a su padre. Luego lo pinta como un apuñalador de compañeros en el exilio además de obviar su labor en la transición donde abrazo la rojigualda, al Rey y su aguante como un héroe los asesinatos de Atocha.

Algunas perlas de Vidal -César, no de Gustavo, su hermano socialista-;

"Cuando, en octubre de ese año, el PSOE, apoyado en los nacionalistas catalanes, se alzó en armas contra el Gobierno de la República, Carrillo se hallaba entre los golpistas, pero no dio –según contaron sus compañeros de filas– muestras de valor físico. Incluso alguno se atrevió a acusarlo de haber sufrido descomposición intestinal."

"De su paso por la guerra, su camarada Líster diría que "nunca asomó la gaita por un frente". Era cierto, pero no fue la suya la labor típica del emboscado. Por el contrario, convertido en el equivalente al ministro del Interior de la Junta de Madrid, llevó a cabo las matanzas de Paracuellos."

"A Carrillo le tocó la lotería del dictador georgiano simplemente porque reunía todas las cualidades: amoralidad, ausencia de afectos naturales, sumisión absoluta a Moscú, disposición a derramar sangre si así se le ordenaba..."

 "En adelante, Carrillo se dedicó a esperar el "hecho biológico" de la muerte de Franco mientras disfrutaba de la sofisticada hospitalidad de dictadores como Ceausescu e intentaba que los prosoviéticos como Ignacio Gallego o Julio Anguita –al que con muy mala baba calificó de "compañero de viaje"– no le estropearan el festín."