Mediaset España sigue mandando barcos llenos de millones hacia a Italia con su rentable telebasura que nos tragamos los españoles. Esta semana sus mentiras y sus escándalos están copando las noticias más vistas de los medios digitales.
A Cuatro llegó hace tres semanas el reality Un príncipe para Corinna. Una especie de spin-off cómico de ¿Quién quiere casarse con mi hijo?
Y el programa apesta a montaje y a tongo. Los supuestos participantes representan clichés bastante baratos; frikis que no dejan de gesticular ante la magestuosa imagen de la rubia deseada hasta un supuesto vampiro que se mete detrás de un arbusto para cubrirse de la luz del sol.
Los guiones están proliferando en los realitys. Algunos como el Curso del 63 de Antena 3 incluso introduciendo a cómicos-el monologuista Miguel Lago- representando a represores profesores.
Cuatro de sus "anónimos" participantes tienen antecedentes en la tele-cosa que no quiere decir que sea directamente mentira. Pero huele bastante-.
Álvaro Colina-que participó en Los Protegidos-, Álvaro Roque-Cuéntame cómo pasó o Gran Reserva-, Guillermo Torre del amor-La que se avecina- y Pau Montaner-Curso del 63-, son los cuatro "anónimos" que han pasado por televisión.
Es curioso que estos supuestos concursantes con pasado televisivo sean los que más situaciones ridículas están provocando.
Por otro lado, Mujeres y hombres y viceversa ha vuelto a la primera plana, cosa que no hacía desde la expulsión de Pipi Estrada y Miriam Sánchez.
Kellen, hermana de la pretendienta Adriana, bailó en otro de los programas de Telecinco que apestan a montaje-con esos imbéciles salidos del gimnasio intentando ser famosos-.
Pues la chica brasileña tiene un hijo con Giuseppe Polverino, capo de la mafia napolitana y ha sido detenida en una operación antimafia de la Guardia Civil.
Otro de los programas montaje es De buena ley. El programa con actores representando falsos juicios sin advertirlo a la audiencia, cumple 1.000 programas, y sigue engañando todos los días a su audiencia con sus representaciones teatrales, que son vendidas como reales.
Como en sus primeras temporadas no funcionaba muy bien en cuanto a audiencia, ficharon a un grupo de famosillos que pululan por la telebasura; Kiko Matamoros, Rafa Mora, Sonia Monroy, Tamara Gorro o Miriam Sánchez.
Sálvame sigue provocando escándalos antes del necesario retorno de Belén Esteban. Ahora Jimmy Giménez Arnau insulta día sí día también, a los tertulianos del programa. E incluso han fichado como colaboradora a Olvido Hormigos, que no tiene tablas ni nada que aportar al espacio.
Solo el morbo de su famoso vídeo y el morbo de los cuernos de su marido.
Por cierto que en Telecinco extrañan sus últimos movimientos en cuanto a programación. La cadena que aspira a repetir liderazgo mantiene en antena, y en prime-time tres fracasos seguros de audiencia. Los domingos los capítulos mil veces repetidos de La que se avecina rondan un penoso 5% de share. Los lunes han rescatado la quemada CSi Miami-en Cuatro tendría más sentido- que no llega a los dos dígitos. Y los martes sigue la racha de fracasos en ficción española con El don de Alba. Y la cadena no mueve ficha. Y cuando la mueve y le sale bien, recula.
Fue el caso de la doble gala semanal de Gran Hermano, que tras su paso al lunes mejoró la noche 8 puntos, dejando en mínimo la todopoderosa Águila Roja. Pues a la semana siguiente desaparece por arte de magia la doble gala.
Más extraño fue el último movimiento de Un príncipe para Corinna, que había arrancado bien sus dos primeras noches en el domingo. Pues justo cuando llega El objetivo de Ana Pastor enfrente, la cambian de día al lunes, dejando un pasillo que Ana aprovechó para liderar "sin competencia".
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