Manel Fuentes ha dicho adiós de la dirección y presentación de El Matí de Catalunya Radio tras cuatro temporadas, en las que ha demostrado su talento al levantar el programa con unos grandes resultados-coincidentes con la competencia alcista de RAC 1-.
Este miércoles en La Razón Manel ha admitido las razones de su marcha del programa; "No me podía permitir hacer un programa independentista".
En la entrevista-concedida para el periodico de Planeta, grupo para el que trabaja Manel en Tu cara me suena- ha dado varios titulares; ha dicho que Catalunya Radio no le ha hecho ninguna oferta, que le han sorprendido las críticas de los directivos de la radio pública hacia los resultados de la mañana, que ha rechazado ofertas de otras radios para buscar tranquilidad para acompañar a su padre, que se encuentra enfermo y que agradece la solidaridad de los oyentes.
Sobre presiones políticas y demás polémicas estas han sido las preguntas-por cierto que se ha filtrado que su posible sustituta es la ex-mandamás Mónica Terribas para agitar el soberanismo desde la radio pública, pero que las presiones de Godó para evitar que les roben a su público de RAC 1 podrían surtir efecto-;
– En un momento como el
que vive Cataluña, ¿se puede realizar un programa en una emisora pública
con libertad o hay presiones para decantarse por una opción política?
–
Siempre hay presiones y no debes caer en ellas. Me voy contento porque
hemos hecho una radio plural, no excluyente. El otro día me decían: «En
otra emisora hacen una apuesta claramente independentista. ¿Tú por qué
no?» Porque no. La radio pública debe ser de todos, no patrimonio de
unos cuantos. El único patrimonio de un periodista es su credibilidad.
Si la vendes por una presión, estás perdido. Cuando te acogen como de
los suyos, quiere decir que eres el transmisor de los intereses de unos
pocos.– ¿Había diferencia entre su programa y, por ejemplo, el matinal de TV3 u otros espacios donde resuena la voz soberanista?
–No podía hacer eso. Tenía claro que no podía ser así. La frase que escogí como cierre para mi editorial, «bienvenidos a vuestra casa», debía ser verdad. No me habría permitido hacer «El matí de l'estelada».
– ¿No pensaba que podía perder oyentes por no hacer ese tipo de radio y que estos fueran a una emisora privada, su competidor más inmediato?
–
Esa es la opción de la radio privada, pero es el juego en el que no
puede entrar la pública. Si nos escuchaban a nosotros podían saber que
no éramos «antiestalada», pero tampoco de la «estelada». Eso es muy
importante. Era una frontera muy delgada que debíamos transitar y no
podíamos expulsar a nadie. De aquí a un tiempo, cuando veamos qué
promesas son reales y cuáles se rompen, veremos qué modelo se ajustaba
más a la realidad de las cosas.
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