Raquel Sánchez Silva a los pies de los caballos-de la asfixia sexual a las drogas o la factura del entierro-

Culebrón a la venezolana el que se está viviendo tras el probable suicidio de Mario Biondo. Las revistas del corazón, la prensa escrita, los confidenciales y las redes sociales todos los días se ofrecen nuevos datos sobre el tema. En las televisiones silencio absoluto. La única cadena que tiene estómago para hacerlo es la tele en la que trabaja Raquel y por ahora no quieren practicar el "fuego amigo".

Las primeras informaciones sobre este hecho apuntaban a un infarto al corazón, luego se filtró que era un suicido en toda regla, que la policía relacionaba con una discusión sobre la pareja-"éramos felices", decía Raquel-.
Luego Raquel sale y para arreglarlo dice que Mario quería vivir y que todo había sido un desgraciado accidente. Tras estas declaraciones algunos medios apuntaron a una posible asfixia sexual "que se le fue de las manos"-como le pasó a David Carradine en una habitación de hotel de Bangkok-. También un medio publicó los posibles problemas con las drogas de Mario.

Entre medias y con una impecable campaña de imagen desde Telecinco a Raquel, la familia de Mario empieza a lanzar pullas a esta en las redes sociales y en alguna entrevista; "Raquel no ha demostrado dolor por la muerte de Mario", "El dolor de Raquel es falso y me jode" o "Fue un homicidio". ¿De quién y por qué?

Cada uno lleva el dolor a su manera pero en el caso de Raquel no ha podido ser más extraño; primero unas fotos en las redes sociales tomando el sol con amigos-ni el luto de antes ni el de ahora por favor- y luego sale anunciando un móvil y pronunciando la frase más "hijoputesca" de 2013-"Me llega el pésame a través de mi Sony Xperia Z". Mucha gente pensó en un pésame patrocinado o en una manera de rentabilizar la muerte de su marido.

Lo último y quizás lo más fuerte han sido unas declaraciones de la madre de Mario; "Raquel se ha puesto en contacto con nosotros para pedirnos el dinero del entierro". Si esto es así estamos ante una enferma mental y una egoísta que debe ser excluida tanto de la televisión como de cualquier acto de la vida pública. Lo próximo que nos queda es ver a Raquel anunciando "ataudes como los de Mario" o a Raquel pedirle la pasta de la última cena de Mario. Sobre Raquel mucho y muy mal se ha hablado en el mundillo televisivo. Su fuerte carácter y su prepotencia han dejado constancia en sus equipos, y el de Superiviventes se quejó de la diva por escrito.

Por mucho que Telecinco intente hacer una cortina de humo en torno a Raquel su imagen está por los suelos y si la cadena apuesta por ella para la próxima edición de Acorralados Vasile tendrá lo que quiere; promoción del programa gratis total y una alta dosis de morbo. Enhorabuena.