Vasile se baja los pantalones ante Rajoy y le cancela El gran debate-las presiones del PP han surtido efecto-

Telecinco se encuentra en estos días haciendo cuentas cara a la próxima temporada donde las nefastas previsiones publicitarias pueden frenar algunos de los nuevos proyectos.
Es un estado esquizofrénico donde lo que hoy es blanco mañana puede ser negro. Ejemplo; el martes desde Telecinco confirman la segunda temporada de Acorralados para septiembre y le encomiendan a Emma García la tarea de sustituir a Jorge Javier Vázquez en Hay una cosa que te quiero decir. Pues al día siguiente dan marcha atrás, congelan la nueva edición de Acorralados, cancelan por sorpresa a El gran debate desde septiembre y lo sustituyen por un proyecto presentado por Emma García, producido por La fabrica de la tele-Sálvame- y con el corazón como contenido único-como en la época de Salsa Rosa o Dolce Vita-.

Dice siempre Vasile que le gusta matar a sus hijos-los programas- antes de que la audiencia los mate-como Saturno en la mitología romana-. La excusa barata que dan es que en la última temporada ha sido superado por los caros estrenos de El Peliculón y ha menguado su audiencia con la competencia directa en público objetivo de La Sexta Noche. Pero eso no es así. Las presiones políticas han surtido efecto.

Con esta decisión se marcha un proyecto de seis años-desde 2007- de convertir a los sábados noche en un ring político. Todo comenzó con la cancelación por bajas audiencias de La Dolce Vita y el estreno de La Noria. Este programa se asentó y se convirtió en lider en muy poco tiempo. Un boicot publicitario obligó a retirar el programa y sustituirlo por un formato idéntico con el mismo equipo-El gran debate-. Este debate que tiene la ventaja de su pluralidad y el inconveniente del circo que se monta es cancelado y gana el PP, ya que Rajoy se quita de enmedio una obsesión para su equipo de comunicación; El gran debate.
Mientras la Sexta da una paliza continua al PP desde la mañana-con Al rojo vivo- hasta la noche-con Wyoming-, no recibe ni un solo reproche del PP-ya que este es un "corral" de Lara, empresario afín a Rajoy-.7
Pero El gran debate sí que preocupaba-solo hay que recordar la noche de Bárcenas cuando Jordi González leyó un SMS desde Génova donde amenazan con una demanda, que finalmente solo fue un veto-. A Arriola y compañía les preocupa mucho más las tertulias de Telecinco que las de la Sexta por dos simples razones; tienen el doble de audiencia y encima esa audiencia es gente apolítica y que consume más entretenimiento que información.

Jordi González acababa de renovar hace unos días por tres años, por lo que la cancelación por baja audiencia no cuela. Esto es una presión política clarísima y con el PP amenazando a las privadas con quitarles canales TDT esta podría ser una víctima del chantaje-como cuando Aznar logró echar a Luis Fernández, jefe de Informativos Telecinco y la cancelación del CQC. Con Sardá no pudo ya que era un hombre muy rentable para la cadena-. Jordi no podrá cumplir su sueño de jubilarse presentando este espacio. Le quedan tres años, o sea que igual lo vemos la temporada que viene en El debate de GH o en otro experimento. Le queda un tiempo para conseguir su otro sueño; envejecer en Australia.

Es más tranquilo para Vasile tener a Emma García haciendo espacios ligeros-como los últimos que ha presentado, Materia reservada y Nada es igual- que emitir una tertulia política sobre la corrupción de la derecha española. Es más relajado hablar de Belén Esteban que del corrupto de Bárcenas. A los mafiosos italianos "se la pela" nuestra política nacional y lo único que les interesa es cuadrar sus cuentas y mandarle a Berlusconi decenas de millones de euros al año-estos seis primeros meses de 2013 han ganado "solo" 30 millones y están enfadados-.
No es la primera vez que Vasile traga con presiones políticas; Pecado Original ya fue cancelado por lo mismo.