Cuenta Mariano Blanco en una entrevista a Fórmula TV que valora la estabilidad de audiencia de Cuatro-por encima del 6% de share-, ha prometido el regreso del formato de Un príncipe para Corina, se ha mostrado contento con la llegada de Jesús Cintora al mediodía-"ha reactivado el programa del letargo en el que lo teníamos"-, ha admitido un problema en las tardes-"nuestra peor franja"- y ha adelantado la batería de series americanas que nos esperan-con los estrenos de The Americans y Marvel y las nuevas temporadas de Homeland, Castle, Mentes Criminales y Scandal-.
Pero de lo que no ha hablado Mariano es de la palpable falta de personalidad del canal desde la absorción por parte de Mediaset.
Desde la llegada de los italianos todo ha cambiado en Cuatro; se lleva tres años viviendo de rentas-de programas descubiertos en el pasado- y los de Mediaset son incapaces de invertir en nuevos productos para Cuatro.
La reducción de presupuesto en Cuatro es evidente; los estrenos se han reducido, los informativos son el patito feo de Informativos Telecinco y los programas o no llegan-como el de Dani Martínez el pasado año- o los que llegan lo hacen con presupuestos ínfimos-Negocia como puedas-.
El caso contrario es la Sexta. Desde la llegada de Planeta su personalidad ha ido creciendo. La razón es entendible; desde que Roures no parte y reparte presupuestos la cadena tiene dinero para todo, y no solo para "autocomprarse" caros derechos deportivos imposibles de amortizar. Ahora hay programas en todas las franjas, hay estrenos todos los meses-algunos tan prometedores como Policías en acción o Encarcelados- y la cadena se ha convertido en un referente con programas de éxito-con Pesadilla en la cocina o la Sexta noche-.
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