La dictadura perfecta
El bipartidismo se atrinchera y pacta en el CGPJ para evitar que los casos de corrrupción lastren al nuevo "turno de partidos" que hacían Cánovas y Sagasta. Quieren tapar corrompiendo a la justicia los escándalos de ambas ganaderías. Ahora en esta nueva muestra de apariencia democrática estamos pagando la radicalidad del Gobierno del PP. La derecha quiere conservar a la extrema derecha en su seno, ya que esta anda molesta por la sentencia sobre ETA y la consulta catalana. Para contentarlos tienen al ultraconservador y carca Fernández Díaz dictando leyes que prohíben la manifestación sin avisar, los rodeos del Congreso o las grabaciones a Policías.
Gallardón también ayuda volviendo al franquismo del que es originario. La izquierda lo ha tenido en las dos últimas décadas como ejemplo de centrismo, cuando era una astuta estrategia electoral promovida por Polanco y pagada con el dinero de todos los madrileños, a los que este carca les ha dejado una deuda hasta para sus bisnietos.
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