Puede que tenga razón el Wyoming cuando dice que la derecha primero hunde con su pésima gestión cualquier empresa pública con su mano corrupta, para a continuación privatizarla y regalársela a sus amigos. En el caso de los Telediarios en la etapa Somoano estos han perdido millón y medio de espectadores entre semana-vía El Plural-;
Se cumplen ahora los primeros 100 días de la programación de esta temporada en informativos, lo que permite hacer un primer balance de los cambios realizados por la Direccion de este área de TVE. Los cambios del pasado septiembre incluían marcha atrás en apuestas del primer año, y otros que parecían saltos al vacío. En conjunto, las apuestas de Somoano y su equipo sonaban a intento desesperado por intentar recuperar un liderato que la televisión pública perdió en su primer año bajo mandato ‘popular’. Pero quedaban en simples movimientos de cara, nada de fondo que permitiera recuperar la credibilidad perdida. Resultado, los telediarios han profundizado en su fracaso.
La salida de Blanco, hunde el TD1….
El plan de Somoano de esta temporada, como apuntamos, fue un movimiento a la desesperada: mover a la presentadora incombustible del telediario de la tarde, Ana Blanco, para intentar recuperar el liderato de la noche, que con Marta Jamandreu había pasado a manos de Piqueras, Tele 5, en apenas 2 meses tras la llegada de la nueva dirección a la televisión pública.
El telediario de las 15 horas era el que la temporada pasada salvaba el honor de TVE al ver el ‘mapa’ de audiencias. Ana Blanco era el último eslabón, quien mantenía los informativos de TVE al menos en una franja. Pero su cambio se ha demostrado un desastre. Las audiencias del informativo de la tarde han pasado a ser ahora dominadas por Vicente Valles y Antena 3. Con respecto a al año anterior, cuando era Ana Blanco quien lo presentaba, el telediario de las tres de la tarde ha caído en más de 2 puntos de cuota de pantalla de media, lo que supone una espectacular pérdida media de medio millón de espectadores.
… y no sirve para ‘salvar’ el TD2
Pero en este caso ni siquiera se ha cumplido el viejo proverbio de desnudar a un santo para vestir a otro. El telediario de la noche sigue ‘desnudo’. O si cabe, aún más ‘desnudo’. Y es que lejos de remontar con la llegada de Ana Blanco, el llamado TD2 ha continuado con su desplome, y pierde de media entre un punto y un punto y medio de share. O lo que es lo mismo, unos 300.000 espectadores. Quizás Blanco haya conseguido disminuir la sangría de abandonos, pero no detenerla. Piqueras es un líder en Tele 5 incontestable en esta franja, la de más prestigio.
En realidad esta situación no sigue sino la tendencia que se estableció, como apuntamos, con la llegada del equipo del PP (Leopoldo González-Echenique y Julio Somoano) a TVE. Las cifras debieran preocupar mucho al Gobierno y a Génova, a no ser que sea precisamente eso, debilitar a la televisión pública, lo que pretendan.
Comparar las audiencias actuales de los informativos con las que se manejaban en los tiempos de Fran Llorente resulta llamativo. En dos años, los telediarios han perdido alrededor de un 30 por ciento de los espectadores.
Más de un millón y medio de espectadores han abandonado los telediarios de ’la pública’ entre semana
El llamado TD1, el de las 3 de la tarde, ha perdido 800.000 espectadores en este tiempo. Ha pasado de tener 2.755.000 en noviembre de 2011 a quedar por debajo de los dos millones, en concreto 1.942.000 este pasado mes de noviembre. Muy similar a lo que ha ocurrido con el TD2, el de las nueve de la noche. Cuando lo presentaba Pepa Bueno hace dos años reunía a casi tres millones de espectadores, 2.989.000. Este mes de noviembre esa cifra ha menguado hasta convertirse en los 2.141.000 que tuvo Ana Blanco el mes pasado.
En resumen. Se podría decir que con sus ‘apuestas’ de estos dos años que lleva al frente de TVE, el trabajo de Julio Somoano es consistente. El primer año ‘hundió’ el TD2, con su apuesta por Jaumandreu. Esta temporada está ‘rematando’ el trabajo con el movimiento de Ana Blanco, ha logrado ‘hundir’ ahora el TD1.
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