La revolución pendiente
Toca revolución como en el 31. Entonces había que romper una abusiva posición de los dueños del dinero, que mataban de hambre a nuestros antepasados. Entonces había que romper el abusivo monopolio doctrinal de la Iglesia Católica. Entonces había que aliviar los recurrentes cuartelazos de los militares más ultras financiados por el poder económico. Ahora toca ruptura del sistema; tenemos un bipartidismo canovista insoportable y corrupto, tenemos una justicia corrompida y sectaria, tenemos un jefe de Estado deslegitimado y penoso... Pero quizás la prioridad de la izquierda cara a unas elecciones debería ser echar por los votos al PP para garantizar un restablecimiento del Estado del bienestar.
Aquí radica la duda para un eventual Frente Popular; que entre el PSOE o no. Si entra el PSOE en un pacto utópico con Izquierda Unida, Podemos, Equo, el proyecto de Elpidio Silva o Anova, la izquierda renunciaría a la ruptura con el sistema, ya que el PSOE ha sido sostén y principal culpable de su degradación. Pero si falta el PSOE en este irrealizable Frente Popular se podría regenerar el sistema, aunque faltarían votos para hacer ese programa ejecutable. Encima la división del voto de la izquierda podría producir una nueva victoria de la extrema derecha, con lo que ni el restablecimiento social ni el asesinato del sistema corrupto podrían realizarse. Muchas dudas y mucho en juego.
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