Las misses en Venezuela son veneradas como
verdaderas afroditas. Las niñas aspiran a ser reinas de la belleza en
sus localidades, aunque haya que pasar por operaciones y dietas
rigurosas. Por ello, la muerte de Mónica Spear, no fue un asesinato más.
La ex Miss Venezuela 2004 fue asesinada durante la noche del lunes
junto a su pareja en lo que se presume fue un intento de robo, según
informó ayer la Policía del Estado de Carabobo.
El vehículo en el que
viajaban Spear y su esposo, el empresario irlandés de 49 años Henry
Thomas Barry, se quedó accidentado en la autopista. Mientras la pareja y
su hija de 5 años esperaban la llegada de una grúa, un grupo de
asaltantes que intentó robarles acabó con sus vidas. La niña, aunque
está fuera de peligro, fue herida por el intenso tiroteo. Spear y su
marido se encontraban de vacaciones en la tierra natal de la modelo. La
pareja vivía en EE UU, donde la joven de 29 años comenzó una carrera
como actriz. La noticia conmocionó a todo el país. El líder opositor,
Henrique Capriles, expresó su dolor: «Cada venezolano que cae producto
de la violencia desatada tiene que dolernos en el alma y obligarnos a
unirnos para derrotarla. Todos hemos perdido a alguien muy querido por
la violencia y duele más ver que la cifra crece y nuestro país se
acostumbra a ello».
Venezuela es uno de los
lugares más violentos del mundo, con 39 asesinatos por cada 100.000
habitantes, según el oficialismo, que no acepta las cifras de la ONG
Observatorio Venezolano de Violencia que aumenta la tasa a 79 por cada
100.000. El 90% de los asesinatos queda impune.
Vía: La Razón
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