Una cocina de intuición que no entendía nadie y unas "cocas" que no eran cocas llevaron a Chicote por la calle de la amargura, la pasada semana en Pesadilla en la cocina.
Teresa, propietaria y cocinera del Anou, dio una muestra palpable de falta de sentido común-el menos cómun de los sentidos- y de poseer un ego infinito; "Yo soy buena cocinera, aunque no sea reconocida". Como reconoció Chicote a final del programa, la semana junto a esta no sirvió para nada.
En el primer programa de esta nueva temporada, ya pudimos "disfrutar" de Antonio, hombre infantiloide y explosivo que armó varios escándalos en las grabaciones del programa.
Pesadilla en la cocina se está superando esta temporada, y no lo está haciendo gracias a lugares más sucios o dificiles de solucionar para Chicote, lo está haciendo gracias a un casting disparatado lleno de personas intestables y alteradas mentalmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario