De padres puercos hijos gorrinos; la sonrisa cínica de la Infanta en la rampa con TVE mirando para otro lado



La infanta Cristina ha prestado declaración en los juzgados de Palma en calidad de imputada por los presuntos delitos de fraude fiscal y blanqueo de capitales durante seis horas y media. Cristina de Borbón se ha desvinculado de los negocios de Iñaki Urdangarin y ha revelado que su padre advirtió a su marido sobre su actividad empresarial. José Castro ha sido el que ha abierto el turno de preguntas. El juez ha desplegado un interrogatorio exhaustivo, minucioso en el que ha llegado a enseñar una a una todas las facturas que la hija menor de los reyes cargó a Aizoon, la sociedad que los duques de Palma comparten al 50% y a la que fue a parar casi un millón y medio de euros de dinero público procedente del Instituto Nóos.

Según fuentes jurídicas, ella ha defendido en todo momento que no sabía que era Aizoon quien finalmente hacía frente a esos gastos ni que la tarjeta de crédito que le entregó Urdangarin estuviera vinculada a una cuenta bancaria de la sociedad. La imputada ha negado haber disfrutado de algunos servicios, como las clases de salsa y merengue, y ha reconocido otros como la compra de los libros de Harry Potter. Fuentes jurídicas han señalado a la Cadena SER que la infanta ha reconocido que constituyó la sociedad matrimonial porque confiaba en su marido y en que hacía las cosas bien y le ha defendido del delito fiscal cuando ha negado que la firma que figuraba en las actas de Aizoon fuera la del duque de Palma.

La infanta también se ha referido a su padre. Por ejemplo cuando se le ha preguntado por los 1,2 millones de euros que le prestó para comprar el palacete de Pedralbes y de los que ha explicado que ha devuelto 150.000 euros. Preguntada sobre si el rey le había reclamado el resto del dinero ha dicho, visiblemente emocionada, que "al final es mi padre y confía en mí".

Sobre el instituto Nóos ha dicho que aceptó formar parte de su junta directiva porque estaba enfocado al mundo del deporte y ha subrayado que los verdaderos dirigentes de esta entidad eran su marido y Diego Torres.

Los interrogatorios del fiscal y de la abogada del Estado se han centrado en el delito fiscal. Pedro Horrach ha preguntado si ella sabía el delito que se le imputaba porque el ministerio público lo desconocía. Su defensa ha tratado de demostrar que, además de infanta de España, es madre, trabajadora y ama de casa. Una mujer que tiene cien actos anuales, un horario de trabajo en la Caixa y que cuidar a sus cuatro hijos. Cristina de Borbón sólo ha respondido a las preguntas de juez, fiscal y a su defensa. Al término del interrogatorio ha estrechado la mano a todos los presentes en la sala. 
 
Vía; SER

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