Se conoció ayer que Miguel Ángel Revilla tendrá programa propio en Mediaset. El populismo y la demagogia son las recetas milagrosas para un sindicalista franquista en el franquismo, de un derechon en el aznarismo, de un socialista en el zapaterismo y de un indignado en el "crisismo".
Debería contar este pájaro como gobernó Cantabria-con la complicidad del PSOE- y versarnos sobre escandalosos de corrupción en su etapa en el poder, como el caso Cantur.
La popularidad en la vejez conseguida por Revilla es gracias a la telebasura, a la que ayuda con frecuentes records de audiencia. Aparece o ha aparecido en entrevistas "a su medida" en programas como La Noria, El gran debate o la Sexta Noche, donde nunca le faltan los aplausos o el peloterismo o la complicidad de los periodistas ahí presentes, que saben que parte del negocio de los programas sobre política es gracias a este tipo de políticos de brocha gorda. Revilla se "disfrazaba" los sábados noche de ciudadano, para supuestamente defendernos de los políticos, que es lo que él ha sido toda su vida. Él conseguía colocarse del lado de los buenos o los débiles, cuando él es un malo más de ellos.
Las respuestas fáciles para mentes débiles que reparte Revilla le valen en ciertos círculos de audiencia de la telebasura, ya que en ciertos sectores de la población más analfabeta les preocupa que a un político "se le entienda", cuando deberían ser ellos los que se instruyeran para entender al político. El problema para ellos es que como entienden a Revilla estarían dispuestos a votar a este vendedor de motos profesional, que de tonto no tiene un pelo. Un ejemplo de este campechanismo estafador; Revilla acudía cada semana a La Noria gracias a que había contratado por una millonada a una empresa dedicada en marketing-que te elige desde la corbata hasta lo que tienes que decir- propiedad del zapaterista Miguel Barroso.
Revilla pretendía con esta campaña de popularidad semanal conseguir un escaño en el Congreso, para lo que le faltó un puñado de votos en las últimas generales. La relación semanal con el programa acabó porque Revilla un día se enfadó tras una encerrona de la periodista "pepera" Isabel Durán, que había cenado la noche anterior a Ignacio Diego, líder del PP en Cantabria.
No sabemos por ahora el tipo de programa que presentará Revilla en Mediaset-puede ser un programa de entrevistas tipo Risto Mejide o de reportajes tipo Belén Esteban-.
La cadena "amiga" ha tenido como presentadores al Padre Apeles, a Belén Esteban o a Jesús Gil.
No estaría mal que Revilla emulase a Gil y se metiese como el orondo ladrón en un jacuzzi rodeado por atractivas modelos en bikini.
El éxito de Revilla es síntoma de la debilidad intelectual de los españoles. Un pájaro como este en Alemania no sería ni concejal de pueblo.
España y "Los Revillas"
Los españoles estamos indignados y vigilamos con lupa a los políticos, ahora que tenemos el bolsillo vacío. Pero no debemos olvidar que a esos políticos les dimos carta blanca para hacer y deshacer y encima les dimos impunidad para robar. "Nosotros" votamos a Jesús Gil o Julián Muñoz en Marbella, votamos a Camps o Esperanza o votamos al PSOE andaluz.
Es ahora que estamos "en la mierda" cuando nos acordamos de la política . Ahora hemos abierto los ojos, y no es tarde, pero si nuestro problema es irresoluble, porque volveremos a la pasividad política el día que volvamos a tener dinero. El vil metal nos cegará y desactivará y la picaresca hará el resto a favor de rufianes y oportunistas. Ya lo dijo Pérez-Reverte en Salvados; "Los españoles no quieren salir de la crisis para comer, quieren salir de la crisis para volver a endeudarse y así comprarse un Ferrari o irse una semana al Caribe". Esperemos que el regeneracionismo político que se vislumbra traiga mejoras, pero el problema es que aunque sean buenos y lo hagan bien, lo que conseguirán serán simples parches. Porque debemos saber que la enfermedad crónica española, que es la picaresca, sigue sin tener cura.
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