Raquel Bollo estalla en Sálvame; "¡He sido una mala madre!"



El último drama de Raquel Bollo en 'Sálvame' es, literalmente, un juego de niños que han convertido en una tragedia griega. Ante los ataques de la exnovia de su hijo, la colaboradora había decidido alejarse del programa, pero el 27 de febrero de 2014 llamó en directo para terminar por derrumbarse de forma exagerada. Lo más destacable de esta historia es la posición del dueño el 'cortijo': ¿Por qué Jorge Javier Vázquez no trata ni defiende a Bollo como a otros colaboradores?

UNA TRAMA ABURRIDA

La nueva trama de Raquel Bollo aburre, así de simple. Es algo que ni los colaboradores de 'Sálvame' se tomaban en serio pero, como suele ocurrir en la prensa rosa, la historia se ha complicado de tal manera que ha pasado de ser algo juvenil y superfluo a venderse como un drama 'culebronero'. Eso sí, la audiencia les está respaldando.

La historia comenzó hace poco más de un mes, cuando Laura, la hermana de Aguasantas, exnovia del hijo de Raquel Bollo, apareció en el 'Deluxe' y echó pestes de la colaboradora. Bollo se puso excesivamente nerviosa sin motivo aparente pero poco después se descubrió por qué. Al parecer, la propia Raquel Bollo la había intentado convencer para que su exnuera abortara cuando aún salía con su hijo.

Aguasantas, en un principio, dijo adorar y querer mucho a la que fue su suegra pero, con el paso de los días, también la criticó. Tras una primera visita de la joven al 'Deluxe' en la que se reconcilió con la tertuliana, el 21 de febrero de 2014, Aguasantas se sometió a la prueba del polígrafo, que dictaminó que la invitada casi no mintió en su historia y que, entre otras cosas, no había protagonizado esa trama para ganar dinero.

Lo gracioso de todo esto es que incluso desde 'Sálvame' se está dudando de la eficacia de su propio polígrafo. Primero fueron los colaboradores, en especial Belén Esteban y Kiko Hernández, quienes 'denunciaron' que Agustantas había mentido ante la máquina de la verdad. Esto provocó el enfado de Jorge Javier Vázquez y de la directora del 'Deluxe', pero el 27 de febrero de 2014, el programa sacó pruebas (o supuestas pruebas) de que el mencionado polígrafo de la exnuera de Bollo había sido una pantomima.

Recordemos que según Conchita, la poligrafista, Aguasantas no le había sido infiel al hijo de Raquel Bollo. Pues bien, el 27 de febrero apareció un tercer personaje en discordia. Un joven llamado Alejandro Monje que habló con el programa y dijo:


Tengo pruebas de que Aguasantas ha estado conmigo después de dejar a Manuel. Yo te aseguro que desde verano estaba conmigo durmiendo en mi casa. Hubo un intento de dejar a Manuel pero no pudo porque ella lo quería y eran muchos años, tonterías de ella.

Es graciosísimo ver cómo los de 'Sálvame' echan piedras contra su propio tejado. ¿Qué pasa, que ya nos nos tenemos que creer el polígrafo? En realidad, ¿alguien se lo ha creído alguna vez?

El caso es que Raquel Bollo ya no quiere ir a trabajar. La última vez que la vimos fue el 24 de febrero de 2014 y aquel día, Jorge Javier Vázquez se enfrentó a ella por no haber visto el polígrafo de Aguasantas. Es más, el presentador está mostrando una actitud curiosa con la tertuliana; nunca se ha puesto de parte de ella, duda de lo que dice y le da la razón a sus 'enemigos' ¿Por qué?

LAS LÁGRIMAS DE RAQUEL BOLLO

Pero el 27 de febrero de 2014 vimos una escena desgarradora y absolutamente exagerada. En 'Sálvame' se dijo que Raquel Bollo no quería hablar para el programa y así, la tertuliana llamó por teléfono hecha un mar de lágrimas y dijo:


¿Yo cómo voy a decir que no quiero hablar con ese programa? ¿Con quién voy a hablar yo? ¿Con 'Pasapalabra'? ¿Donde trabajo yo? No es justo. Sólo he dicho que no quiero hablar más de este asunto. Esta historia ya no es mía. Visto lo que he visto esta tarde, se está liando aún más. Ya no quiero entrar. ¿Qué hago? No me apetece tener encontronazos con mis compañeros.


Para mí, lo grave es el engaño de Aguasantas hacia mí. Esto era una tontería pero la historia ha ido más allá. A mí me da igual que me crean o no.

Pero la frase lapidaria llegó cuando Raquel dijo:


Creo que durante un tiempo he sido una mala madre. Muy mala madre. Un consejo para Raquel Bollo. Si quiere no volver a hablar, que no lo haga. Ponerse así y decir cosas como éstas, complican más una trama que está absolutamente vacía

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