La Voz Kids; en busca de la lágrima fácil

Hace dos años Telecinco se dio cuenta del problema que tenía; había fidelizado una gran audiencia "rosa" en el day-time, que huía cuando daban las diez de la noche hacia otras cadenas. Es por eso por lo que la cadena ha pretendido buscar un público familiar en prime-time, con productos como La Voz, Hay una cosa que te quiero decir, B&B o La que se avecina. Su última aventura está siendo La Voz Kids, versión infantil del reality musical, que está arrasando jueves a jueves con cuotas superiores al 30% de share. Tiene mucho mérito al hacerlo contra dos colosos del entretenimiento patrio; Cuéntame cómo paso y Tu cara me suena.

Este pasado jueves acabaron las audiciones a ciegas, punto fuerte del programa. Y estas semanas nos hemos encontrando lo que esperábamos; un espectáculo zafio y obsceno donde se mezclan las ilusas esperanzas infantiles con la voracidad económica de padres oportunistas-la mayoría esperando a jubilarse si logran trincar del retoño-. Por otro lado el jurado sigue tan insportable como siempre; Bisbal poniendo caras y soltando memeces, Rosario Flores en su eterno viaje a la Luna y Malú calentando motores entre los "papis". Es un coñazo familiar que busca la barata lágrima fácil del público más "lolailo" . Es como Menudas Estrellas, pero teniendo que aguantar a Bisbal, ese "mojabragas" repugnante que se lo ha creído, como todos los analfabetos que llegan a cotas de éxito como a las que él ha llegado.