Un ejemplo de liberal de pacotilla que vive trincando del dinero de todos; Carlos Dávila
¿Puede un periodista que llama ‘cabrón’ a un juez ser Director de Comunicación de una empresa pública? Sí, en España es posible. Incluso es posible que este periodista haga mal su trabajo dando más argumentos a quienes critican duramente el ‘enchufismo’ del Partido Popular a la hora de colocar asesores de Comunicación en puestos clave de la Administración. Casi siempre profesionales que están en vías de jubilación, que encuentran cobijo en empresas públicas fuera del ojo mediático. Carlos Dávila, flamante Dircom de Enresa es el enésimo ejemplo, pero no el único, de una larga lista de periodistas reconvertidos en pésimos comunicadores por obra y gracia de sus contactos en el partido de Gobierno.
Carlos Dávila fichaba a finales de 2012 como director de Comunicación de Enresa, la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento que gestiona los residuos nucleares. Lo hacía después de un desastroso paso como director de 'La Gaceta de los Negocios', como ‘lenguaraz’ y ‘faltón’ tertuliano de 'El Gato al Agua' y como comentarista de TVE, Antena 3 y Telemadrid. Unas colaboraciones que en el caso de Intereconomía le valieron una condena en contra por llamar ‘cabrón’ al Juez Santiago Pedraz y que le ha granjeado una pésima imagen entre la profesión.
No obstante, nada de esto fue problema para que María Dolores de Cospedal le situara como Director de Comunicación de la empresa pública Enresa, a pesar de no tener ninguna experiencia previa en Comunicación, más que ser cercano a las esferas del poder del Partido Popular (PP). Dávila, se convertía así en el enésimo asesor ‘enchufado’ por el Gobierno en puestos claves, aunque sin saber nada de qué va su nuevo oficio.
En prnoticias hemos descubierto la ‘sorprendente’ licitación de una TV corporativa de Enresa que ha llegado sólo a cinco agencias de Comunicación y de la cual Carlos Dávila no sabe ni contesta, desatendiendo las llamadas de esta redacción desde ayer por la tarde. Una nueva muestra de que estos asesores ‘enchufados’ no dan la talla y que utilizan su trabajo en la Administración Pública como un retiro dorado en el no realizan ningún trabajo aparente, al menos no con los medios de Comunicación, lo que en teoría debería ser su principal labor.
Pero no es el único. Hace un año conocíamos que Mamen Gurruchaga era fichada por EFE para que fuese la flamante ‘directora general de Negocios y Relaciones Institucionales’, un trabajo que desempeña en Brasil previo pago de 80.000 euros mensuales. Similar es el caso de Ana Vaca de Osma, ex directora de Comunicación de Telemadrid y también de EFE, que tras dejar este úñtimo cargo sigue de asesora de la agencia. Curiosamente EFE está en estos momentos inmerso en un ERTe que el algunos casos ha significado rebajas salariales del 25%.
Pero la lista de estos asesores de dudosa cualificación no para. Si nos vamos a los ministerios encontramos nombres como Julio Sánchez en Hacienda, Juan Santana en Industria, María Claver en Exteriores, Joaquín Madina en Defensa, María García en Fomento o la propia Carmen Martínez Castro como Secretaria de Estado de Comunicación. Todos responden al mismo perfil: antiguos periodistas en medios conservadores o que cubrían al PP y que se han reconvertido en fieles asesores de políticos, que les han llevado hasta lo más alto. Un ejercicio claro de escasa transparencia y de dudosas elecciones en que casi siempre el más cualificado no es el elegido.
Vía; PR Noticias
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