Monserrat Caballé se mete en el lío de su vida a los 81 años; es imputada por defraudar a Hacienda medio millón de euros

Un juez de Barcelona ha citado a declarar como imputada para el próximo 9 de mayo a la cantante lírica Montserrat Caballé por una presunta defraudación a Hacienda de 508.562 euros correspondientes al Impuesto de la Renta de las Personas Física (IRPF) del ejercicio 2010. La soprano ha asegurado este martes, en un comunicado remitido a Efe, que "los problemas que haya podido tener con la hacienda pública están en vías de solución".

El Servicio de Delitos Económicos de la Fiscalía de Barcelona presentó esta semana una querella contra la artista tras haber recibido la correspondiente denuncia de la Agencia Tributaria. Según la querella, Caballé tenía en el 2010 su residencia en Barcelona, ausentándose del país tan sólo para el desarrollo de su actividad profesional como artista lírica. Al residir en España, según la acusación pública, estaba obligada a presentar ante la Agencia Tributaria española la declaración-liquidación del IRPF.

Durante el ejercicio 2010, la soprano, subraya la querella, participó en diversos conciertos en España, Alemania, Suiza, Italia, Lituania, República Checa, Rusia y Ucrania, así como en grabaciones musicales en Moscú, Ginebra y Barcelona. La fiscalía sostiene que Caballé, "con el deseo de obtener un mayor beneficio de la actividad profesional" a base de "no ingresar en la Hacienda" el dinero que le correspodía por IRPF "formalmente" figuraba como residente en Andorra, ""país que tenía la consideración de paraiso fiscal".

La cantante, incide la acusación pública, con el mismo propósito de que la Agencia Tributaria española no tuviera conocimiento de sus ingresos y de su residencia real en España, contrató la mayoría de sus actuaciones a través de la empresa andorrana Reial Classic, indicando que su retribución fuera ingresada en una cuenta de esta sociedad en la sucursal del Banc de Sabadell en Andorra. En otros contratos, la artista hacía constar el domicilio suyo del principado y que el dinero que otuviera lo debía cobrar en efectivo, por cheque nominativo o por ingreso en la misma cuenta corriente.