La vida política de Isabel Carrasco, asesinada en León, puede leerse a través de una docena de frases y comentarios que reflejaban su condición de política controvertida, activa y comprometida con la provincia de León.
Quizá la más representativa fue aquella en 2011 en la que sorprendió con un "Recuerda, soy inspectora de Hacienda" en respuesta a un periodista que cuestionaba los doce cargos que, afirmaba, ostentaba la dirigente popular.
Cargos que, a pesar de granjearle duras críticas en numerosas ocasiones, siempre defendía argumentando su capacidad de trabajo, como hizo en una entrevista el pasado 21 de julio de 2013 en la que aseguraba: "Cuando trabajas, haces cosas y protestas, eres incómodo".
Su comentario sobre el copago sanitario fue otra de las cuestiones que provocó polémica, especialmente a partir de aquella frase "Los ciudadanos están encantados con el copago farmacéutico" en mayo de 2012, una afirmación que fue después rectificada por el portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez.
Su estilo directo y sin tapujos definía su discurso sobre los servicios públicos: "No puede ser que aquí sea gratis todito", sentenciaba la dirigente en 2012 al ser preguntada por las medidas de austeridad del Gobierno de Mariano Rajoy, que no dudaba en atribuir a una situación "caótica y excepcional".
El oscurantismo que se atribuía en medios de comunicación a la financiación de la diputación leonesa, uno de los aspectos más criticados de su gestión, le movió a responder, al ser preguntada por el alto precio que se había pagado por su retrato de presidenta: "Lo que ha costado mi cuadro no le interesa a nadie".
Sin embargo, el compromiso con su tierra natal, León, también se vio reflejado en frases como la que dedicó a los seis mineros encerrados en la mina de Santa Cruz del Sil durante el verano de 2012: "Tienen mi apoyo total" .
A pesar de su apoyo institucional, fue criticada por los propios mineros en relación a sus numerosos cargos, a los que respondió con otra de sus frases más célebres: "Me da igual que me piten".
El carácter de Carrasco salió a relucir en varias ocasiones en disputas políticas personales, tanto con sus adversarios como con otros miembros de su partido, como el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, a quien dedicó frases como: "Estamos acostumbrados cada determinado tiempo, cuando se pone patas arriba, a que se dedique a meterse con León".
También se enfrentó al Ayuntamiento de León cuando algunos incendios producidos en algunas localidades de la provincia no fueron atendidos por los bomberos de la capital y la presidenta de la Diputación calificó el acuerdo vigente entre los bomberos y el consistorio de "cafrada".
Uno de los rivales políticos con quien también mantuvo varias discusiones fue el exviceportavoz del PSOE en la Diputación de León Matías Llorente que acusó a Isabel Carrasco de favorecer con cargos a su pareja sentimental y a su hija, a lo que ella respondió con "Hijo de puta... Se va a enterar este tipo... Ya le llegará su hora", en referencia al dirigente socialista.
El también leonés José Luis Rodríguez Zapatero fue objeto de las críticas de la presidenta del Partido Popular en León que, tras conocerse que la estación del AVE de la ciudad no estaba pagada aún, afirmó que "desde la posguerra no sufríamos una situación tal y como la que tenemos hoy".
Si las palabras de Carrasco eran a veces amargas con sus rivales políticos, cuando se trataba de su tierra leonesa, defendía los productos de León: "No podemos conformarnos con un 15 % de exportación", una frase que pronunció en noviembre del año pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario