En la contraportada de cualquier jornada electoral nos encontramos multitud de anécdotas. La primera es bastante macabra, ya que el diputado aragonés Joaquín Salvo murió ayer de un infarto cuando iba a ejercer el derecho al voto.
En la pedanía malagueña de San Pedro de Alcántara se produjo una trifulca entre el padre de un apoderado de Izquierda Unida y un interventor del PP.
En Castellón, una vocal de una de las mesas se puso de parto en pleno escrutinio. La vida y la muerte en un anecdotario electoral. ¡Qué país!
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