Dice Pablo Planas-vocero del PP en Catalunya desde siempre- que varios grandes empresarios catalanes se reunieron hace una semana con el Príncipe Felipe para ofrecerle, con Duran i Lleida como interlocutor, la disposición a frenar el referéndum y el independentismo catalán de Artur Mas y ERC. Pero a cambio pedían cuatro condiciones excesivas para lograr un "encaje" cómodo de Catalunya en España;
Condición número uno; Catalunya es una nación
Felipe I debería instar a los partidos nacionales a reformar la Constitución y reconocer a Catalunya como nación.
Condición número dos; España nos roba
Y como España nos roba, Catalunya pide-o lo piden estos mafios representantes no democráticos por ella- tener un concierto económico propio. Es decir, tener fueros para cobrarse los impuestos. Pero no solo eso, además España les debe compensar con inversiones estratégicas por los "robos pasados". Infame.
Condición número tres; Traspaso de las competencias clave
La oligarquía catalana pide todos los traspasos en competencias de educación, lengua, cultura, ciencia y medios de comunicación.
Condición número cuatro; Catalunya es un país para el extranjero
Según este plan, Catalunya seguiría dentro de España en la práctica, pero cara al exterior, ellos piden sus propios diplomáticos en el exterior, sus propios portavoces en la Unión Europea y sus selecciones deportivas en competiciones internacionales.
En resumidas cuentas, que los empresarios catalanes ven a Catalunya fuera del país, y con todas las ventajas de la independencia y ningún inconveniente, se quedarían con mala cara. España tiene aquí algo que decir, y aunque hay que reconocer que los interlocutores españoles no han estado a la altura-empezando por Rajoy-, estas condiciones no son razonables, igual que no lo son las políticas de la mafia de Ciu.
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