Así miró para otro lado El País con Jordi Pujol

El escándalo de Jordi Pujol parece no tener fin. Este fin de semana se ha especulado con que el "Molt honorable" podría haber acumulado bajo su régimen corrupto 1.800 millones de euros en paraísos fiscales. Hace unos años nos echamos las manos a la cabeza por los "solo" 100 millones de Juan Antonio Roca en la Operación Malaya...

Esta tela de araña mafiosa salpica en parte a los medios de comunicación catalanes; La Vanguardia, El Periódico, TV3, RAC1, Catalunya Radio, 8 TV, Catalunya Radio y hasta Teletaxi, tradicionalmente beneficiada por Justo Molinero, que no crean ustedes que defiende a Albert Rivera. Él es un charnego agradecido y defiende a Mas, aunque éste no respete su idioma ni su cultura. Els negocis són negocis.

Todos esos medios o son públicos o están subvencionados hasta el tuétano. Ningún periodista ni medio pequeñito ha investigado ni destapado esto. El tres por ciento que soltó Maragall hace una década en el Parlament nunca ha sido investigado, ni tampoco lo ha sido ahora, ya que nadie duda que esta mentira que ha confesado Pujol, ha sido un intento de última hora de lavarse la cara, porque sabía que alguna redacción se estaba preparando para torpedear con alguna filtración de Interior el torpedeo del patriarca de la Nova Catalunya. Como la de Artur Mas, con la que Pedro J. sigue pensando que le tumbaron la mayoría en las últimas catalanas.

Madrid ha dejado hacer desde siempre, en especial desde el Caso Banca Catalana, hacer y deshacer a su antojo a Pujol en su rancho corrupto. Los medios de comunicación madrileños o nacionales, estaban más pendientes de su particular guerra de PSOE y PP, que de destapar casos escandalosos como estos. Pujol solo con lo que iba dejando saber su peligroso amigo Javier de la Rosa, tendría que haber tenido ya desde hace tiempo una página de oro en el libro de chorizos españoles.
Madrid ha dejado hacer a Barcelona, con el coste que esta mezquindad representa para sus ciudadanos.

Felipe creyó en los ochenta que hacía bien sustentar su poder omnívoro con los bastones de Ciu y el PNV. Es decir, desactivar el PSC y el PSE para no competir contra Pujol y Arzalluz y tratar bien a ambas formaciones, a cambio de que el nacionalismo moderado que ambos representaban desactivara las ansias secesionistas de parte del pueblo.

Mariano Alonso cuenta en Libertad Digital cómo se desactivo en El País, que se pasó junto a Felipe al bando de Pujol, para abrir poco después una edición catalana de la que recibió una alfombra roja de Ciu, las investigaciones sobre Pujol y el Caso Banca Catalana;

La primera información relevante sobre los problemas financieros de Banca Catalana apareció publicada en El País el 29 de abril de 1980, poco más de un mes después de que Jordi Pujol ganase sus primeras elecciones. Firmaban la pieza, titulada "Dificultades económicas del grupo bancario de Jordi Pujol", Alfons Quintà y Carlos Humanes. Treinta y cuatro años después, Quintà, que luego dirigiría TV3, recuerda la gestión de esa información para Libertad Digital: "Le pedí a Carlos Humanes que lo firmara conmigo, era un gran periodista, porque yo estaba aterrado. El texto tenía doce folios, nos comunicábamos por telex con la redacción central, pero por ser una información tan sensible decidí enviárselo directamente a Juan Luis Cebrián [entonces director del diario] para que no hubiese duda que respaldaba su publicación. Tuvo la pieza varios días, seguramente lo comentaría con Polanco [Jesús]. Más tarde me llamó y me dijo que adelante, que lo publicásemos. Hablé con Martínez Soler [José Antonio], que era el jefe de economía, me dijo que era un texto muy largo y que entonces lo publicaríamos en dos entregas. Yo le manifesté mi desacuerdo, pues corríamos el riesgo de que la segunda parte se quedase inédita, y así ocurrió, hasta hoy. Estaba convencido de que era una bomba, y al día siguiente hubo presión incluso desde el Banco de España. Quiero dejar claro que la novedad era, simplemente, que se hablase en los medios de Banca Catalana. En el ambiente financiero era un secreto a voces que la situación de la entidad era un desastre".