Alberto Fabra es un cadáver político. Lo saben los opositores-el famoso tripartito cada vez más mayoritario según las encuestas-, lo sabe el PP valenciano y lo sabe Génova, ya que hasta el propio Rajoy parece haber asumido el desaguisado de Fabra, incapaz de remontar el caos en el que está sumido el PP valenciano tras la dimisión del corrupto Camps, por lo que parece que se está preparando un nuevo candidato en la derecha para las próximas autonómicas de mayo.
Fabra, que ve con frustración como los medios de comunicación le dan la espalda al alimón tras el cierre de Canal Nou, ha decidido recortar el dinero en la promoción en artes y cultura, el capital social de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y la promoción del uso del valenciano. Todo ello para regalarle 800.000 euros a medios de comunicación privados, con la excusa del fomento del uso de la lengua valenciana, que viene a disimular un intento de compra de voluntades y afinidades mediáticas.
Tras el cierre de Canal Nou
Una de las últimas chapuzas de Fabra ha sido el intento de acuerdo con TVE, cuando según revela El Plural, este citado acuerdo era imposible, ya que en la ley del cierre de Canal Nou se dice expresamente que queda prohibido la prestación de servicio público de radio y televisión, por lo que ahora mismo TVE no puede alquilar una franja horaria de La 2 para estrenar un informativo territorial con mayor duración, varios programas de festejos y la popular serie L'alquería blanca.
A negociar con las privadas
A la Generalitat le toca ahora negociar con las privadas. La mejor posicionada para quedarse con las subvenciones es TV Mediterránea, propiedad de los obispos-emisora que antaño fue de la red Popular TV y ahora mismo está asociada con 13 TV-.
Los movimientos en la cadena no han dejado de producirse en los últimos meses, con intención de convertirse en la nueva televisión mimada por la Generalitat. El hecho más significativo ha sido el fichaje como director de Vicente Andreu, mano derecha de la siniestra Lola Johnson y propietario de una productora antaño beneficiada por Canal Nou.
No solo fue ese el único fichaje sonado. TV Mediterránea incorporó el pasado enero a José Luis Colvée, ex director general de trabajo con Zaplana en la Generalitat, como director comercial.
Primeros movimientos
Vicente Andreu impulsó tras su sorprendente fichaje por la emisora-tras el despido fulminante y por sorpresa del anterior gerente- la compra de los derechos de la ACB del Valencia Basket, la desaparción de cualquier crítica al PP en la cadena-incluyendo el despido del socialista Josep Moreno de la tertulia El Faro-, o la emisión la próxima semana de la entrada de caballos y toros en Segorbe, que será narrada por Julio Tormo y Paco Nadal, dos históricos de la autonómica valenciana, por los que la cadena se embolsará alrededor de 20.000 euros, que pagará el consistorio local
Nula competencia
TV Mediterránea, que a su vez se encuentra negociando la adquisición de L'alquería blanca, se beneficiará de la nula competencia, ya que Tele 7, el gran proyecto de Ulibarri, fue cerrado tras quebrar, y Las Provincias TV-propiedad de Vocento-dejó de producir programas para pasar a alquilarle su señal a un canal de teletiendas.
El otro competidor es Levante TV, canal que no llega a todo el territorio valenciano y además es propiedad de un periódico crítico con la gestión de la Generalitat, por lo que no rivalizará para ser el niño mimado de Fabra. El canal informativo ha incorporado a Ximo Rovira, presentador del mítico Tómbola, para conducir un nuevo magazine de crónica social, pero ni por esas.
Mientras que otros canales adjudicados por Camps, como Intereconomía o Libertad Digital, no han producido ni un solo minuto para la Comunidad, y simplemente han rebotado sus programaciones nacionales, mientras que TVE se encuentra en mínimos en Valencia, y su actual coordinador ya ha apuntado que no van a producir ni un minuto más por el pésimo estado del centro territorial.
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