Lejos quedaron los tiempos de omnívoro poder mediático de El País, cuyos editoriales hacían botar a algunos Ministros en pleno desayuno. Hoy en día la influencia del diario de Cebrián ha perdido mucha eficacia, ya que cuatro de sus últimas apuestas han salido claramente derrotadas. Aquí van:
1- El torpedeo de Tomás Gómez
El País y en especial la Cadena SER, cuya información dirigía el clan gallego que capitaneaba Irago, hoy en nómina de Ferraz, intentaron torpedear a Tomás Gómez en su intentona de presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid, con la torpe excusa de buscar desde Ferraz el enésimo paracaidista, en este caso Trinidad Jiménez, a la que atribuían unas encuestas sobresalientes.
Tomás Gómez ganó la partida en la antigua FSM, y hoy en día disfruta de un plácido liderazgo entre los socialistas madrileños, ya que se volverá a presentar, esta vez sin oposición, por no hablar de que ha colocado a su aliado Carmona como candidato a la alcaldía, descabalgando sin ruido al histórico Lissavetzky, y consiguiendo el apoyo de Ferraz, evidenciado en público la semana pasada por Pedro Sánchez, que apostó por Tomás pese a los supuestos escándalos que arrastra por su gestión en Parla.
2- La vía federalista como solución a la secesión catalana
Cebrián pensó que había una manera de solucionar el pulso soberanista catalán; proponiendo desde El País una reforma constitucional con un nuevo marco federalista. Pero esa idea apenas la ha comprado nadie, excepto una pequeña parte del PSC plegado a Ferraz y la irrelevante Unió, lastrada por sus siniestros lazos con la burguesía catalana. La gran idea no solucionó nada y hoy en día la crisis entre Madrid y Barcelona sigue sin solucionarse.
3- Eduardo Madina como salvador del socialismo
El País apoyó con claridad a Eduardo Madina como candidato socialista, pero otra vez más Cebrián midió mal el tiro y ganó Pedro Sánchez, al que parecen haber aceptado, tal y como se demuestran las prefabricadas encuestas que lo colocan como primera fuerza. Seguramente no le harán a Sánchez lo que le hicieron a Borrell la primera vez que El País perdió unas primarias socialistas; matarlo con algún escándalo.
4- Podemos como enterrador de la nación
El País silenció todas las informaciones sobre Podemos antes de las europeas, pero cuando se comprobó que la formación de Iglesias estaba llamada a ser una fuerza mayoritaria, comenzaron una infecta campaña mediática contra Podemos, mediante editoriales, reportajes críticos-uno llamativo de un reportero que se infiltró en un círculo- y análisis de José Carlos Díez o de Antonio Elorza, los dos principales enemigos mediáticos progresistas de Iglesias. Pero esos dardos fueron acompañados por brillantes investigaciones, elaboradas por Francisco Mercado, que demostró una conexión entre Venezuela y una fundación ligada a los fundadores de Podemos. Pero tal y como ha revelado Mercado, El País además de ser sectario con Podemos ha sido cobarde, porque ya no le dejaron informar más, por lo que el periodista recogió sus cosas de la redacción y ahora investiga para Cacho en Voz Pópuli. Caño vislumbró que perdía el rebaño. Como decimos, además de sectarios, cobardes.
Es cierto que El País sigue gozando de influencia en el sector cultural, en sus recaditos a Zarzuela o en sus campañas contra sus enemigos tradicionales, Aznar, Losantos y Roures-curiosamente distantes de Rajoy-, pero ha perdido todo el peso político en manos de Caño y Ayuso, que han impuesto una conservadurización del diario en sintonía con su jefe verdadero; Moncloa, con Soraya amadrinando el canje de deuda por acciones de los capos del Ibex capitaneados por Santander.
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