Josema Yuste volvió a interpretar esta semana a un peculiar Ministro del Interior, cuya última proeza fue ponerse un corpiño y dejarse azotar por una "burda fulana", cosa que según el personaje fue "un montaje". ¿Les suena la historia? A Pedro J. Ramírez también. Pero por mucho que el riojano haya pisoteado las vidas ajenas de modo inmisericorde y que se haya parapetado en el peor amarillismo para vender periódicos, no es demasiado ético el recordar cada dos minutos el día que Ramírez se dejó hacer de todo por una señorita de color.
La izquierda VIP y Hacienda
Desde que Cristóbal Montoro es Ministro de Hacienda, los miembros de la izquierda caviar han tenido más de un susto con Hacienda. Si primero fue Wyoming, ahora es Sabina al que le reclaman más de cuatro millones de euros por un cambio de criterio fiscal. Casi ná.
Ángel Casas se jubila
El gran Ángel Casas, recordado por sus peculiares shows en TVE en los noventa, ha decidido jubilarse. Es por ello que ha abandonado su puesto como director de la cadena municipal Barcelona TV y de la emisora Barcelona FM, recién inaugurada en la Ciudad Condal. Sergi Vicente, corresponsal hasta ahora de TV3 en China-¿tiene la arruina TV3 dinero para una corresponsalía en China?-, ocupará su lugar en los próximos días.
Las bodas de mi SER
Tras la comentada boda de Carles Francino y su colaboradora Gema Muñoz, ahora ha sido el turno de Juanma Ortega a la hora de dar el "sí quiero". El ex animador de Carrusel deportivo se ha casado con Carla Garriga, a la que dedicaba hace poco más de un año, esta preciosa felicitación en su blog:
Apareció en un recuadro. Así, como sin dar importancia a su sonrisa. Luego vino el saludo. Tímido. Sin confesar demasiado que ese dibujo en sus labios había flanqueado mi espalda en un día aciago y gris, en medio del caos de aquellos tiempos.
La vida, a la vista de esa foto, era más grande, con mucho por descubrir. Aparecía como “persona que quizá conozcas” en una instantánea que reflejaba la alegría que todos queremos vivir. Agregar, saludar y comentar nuestro amor a la radio hubieran sido momentos normales. Y lo eran habitualmente, claro que con otras personas. Había algo extraño, una vibración que tensaba cuerdas en el alma, y nos hacía más abiertos cuando se trataba del otro. Un leve susurro inaudible que nos mantenía pegados. Nos buscábamos desde siempre.
Llegaron las preguntas sin respuesta, las formas de entendernos imposibles para no conocernos, y una alucinante sincronía que, aunque todos piensen que es fruto del querer que sea así, es claramente objetiva. Y lo sigue siendo.
Amigos siempre, y desde hace un instante de meses, mucho más. Contra viento y marea, amenazas y sombras, dolor, mucho dolor, miedos y lucha, hoy me abraza, pendiente, atenta. Sigue siendo una buena soldado con uniforme y casco, pintada de camuflaje y con el arma de sus brazos que me rodean a cada instante.
Ama a mi hijo, pelea sin descanso a mi lado y jubila ella solita sesenta cajas en una mudanza de oficina sin quejarse demasiado. Sí, seguimos siendo un equipo eficaz. Y siempre con la misma sonrisa con la que giró la vida hacia mí mismo hace ya siglos en una Historia que bien merece ser vivida, pese a quién pese. Me hartaré de darte las gracias y nunca será bastante.
Bueno, ya no podré decir que salgo con una de veinticinco.
FELICIDADES, Carla. Per molts anys. Aunque sepa que por Ley Natural muchos de los que cumplas no los podré ver, los que podamos vivir, lucharé para que sean nuestros.
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