Sostienen algunos que el cierre de Series.ly no ha sido conseguido por los productores de cine, antes influyentes mecenas y hoy irrelevantes intermediarios entre las industria y las televisiones. Sí que el cierre parece haberlo conseguido la televisión, tras la presión de los dos capos del duopolio, Lara y Berlusconi-con Vasile de testaferro de este último-. Y es que el futuro de las televisiones está en entredicho, teniendo dos peligrosas amenazas sobre sus cabezas. Internet, sistema que acabará con el duopolio el día que en la mayoría de hogares españoles sea igual de fácil sintonizar Telecinco que Youtube desde el sofá, y el Gobierno, hasta hace dos meses consentidor de la promoción de Podemos, experimento desbocado de Arriola, ahora convertido en linchador de la formación vía el duopolio.
Y es que el todopoderoso duopolio, que factura alrededor de 2.000 millones de euros solo en publicidad, tiene los resultados del ejercicio en manos del Gobierno de Rajoy, que posee cuatro mecanismos para hundir a los conglomerados mediáticos de Mediaset y Planeta; el retorno de la publicidad a TVE, que facturaba los 500 millones de euros que el duopolio se ha repartido a pachas, medida que le quitaría el quebradero de cabeza a Montoro sobre la financiación de la Corporación pública. Y otros tres más; las salvajes multas de Competencia, la quita de canales por alguna interesada sentencia del Supremo y el reparto de Industria de nuevos canales, competidores amenazantes del duopolio. Un duopolio que nada plácido en el actual páramo televisivo, con las públicas arruinadas, doce canales en sus manos, la mayoría sin producción propia y a coste casi cero, y sin competencia, ya que solo sobreviven alguna inofensiva multinacional que ofrece canales temáticos, como Disney, Paramount o Discovery, o 13 TV, que respira como puede tras la inyección de 25 millones de euros de la Conferencia Episcopal, lobby que espera ansioso el reparto de nuevas licencias para sofocar sus cuentas. Pero los obispos saben que el nuevo reparto sería observado con frustración por parte de Unidad Editorial, grupo en quiebra técnica, que rasca tres millones de euros anuales como casera, y además la medida sería rechazada por el duopolio, que podría intensificar una campaña antigubernamental antes de las elecciones. Por lo qué es complicado saber las razones por las que los obispos se prestan a hacer una cadena propagandística de Rajoy y compañía, pero por experiencia sabemos que los curas no pierden ni en lejía.
Nuevos servicios de televisión a la carta vía internet son la muerte para el duopolio, que se forra gracias a la rutina. El otro trozo del pastel se lo podría llevar Telefónica, que gracias a los promocionados packs del quíntuple play ha ganado 600.000 abonados en un año, quedándose apenas sin competencia, porque el Plus espera moribundo ser deglutido por la operadora de telecomunicaciones.
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