Enrique Riobóo; el empresario que se autoinculpó de pagar en negro







Enrique Riobóo parece estar encantado de conocerse. El siniestro empresario sigue con su peculiar tour mediático-13 TV, esRadio o Telemadrid-, paseando de plató cavernario en plató cavernario con la intención de vender libros y hacerse famoso, algo que nunca ha podido hacer por empresario, ya que la cutrez que anida en sus medios pocas veces te hace saltar a la fama. Este pájaro ha sido capaz de soltar que él pagó en negro a Iglesias, es decir, que como empresario defraudó a Hacienda. Esperemos que Hacienda actúe de oficio contra Canal 33, la empresa de este pájaro, que con tal de hacerse famoso, ha sido capaz de quedarse con el culo al aire. Riobóo es un mecanismo del duopolio para hundir a Podemos, ya que tanto Lara como Vasile temen las tres decisiones que podría tomar Rajoy para hundir sus resultados del ejercicio; retornar la publi a TVE, sangrar con millonarias multas de Competencia y quitar más canales.

¿De qué vive Enrique Riobóo?

Enrique Riobóo parece encantado de conocerse en su tour mediático por televisiones y radios, donde presenta su libro a la vez que desprecia a Pablo Iglesias. Y eso que el líder de Podemos trabajó gratis para él, pero Riobóo en vez de acordarse que emitía por la cara La Tuerka, se acuerda de que Iglesias malpagaba a sus empleados, cuando el empresario sabe que La Tuerka lo realizaba una sociedad sin ánimo de lucro.

Riobóo, propietario de la Guía de Aluche y del marginal Canal 33 madrileño, es un empresario de una cadena que ha dado cobertura a las movilizaciones contra la guerra de Irak o el 15-M. Su Canal 33 se quedó fuera del sectario reparto de Esperanza Aguirre entre sus amiguetes-Libertad Digital, Intereconomía o Cerezo-. Por eso, ZP para compensar al Canal 33, a Localia o a Tele K, les regaló una ley del Senado amoldada a todas estas, para que siguieran emitiendo con total normalidad.

Pero Riobóo utiliza esta ley para las televisiones históricas de proximidad para realquilar su espacio a la ultrareligiosa Iglesia Adventista del Séptimo Día, acusada por algunos de ser una secta peligrosa, que emite Alfa TV, cadena que crece gracias a las ayudas de sus feligreses y a la debilidad de la TDT local, y que ya emite en Vigo, Barcelona, Valencia, Madrid o Las Palmas. No solo le alquila espacio a esta gente, sino que también lo hace a un canal de teletiendas-Best Option Channel-, otro canal a Radio Centro TV, que son unos latinos que emiten cutremente streaming desde su estudio de radio donde enchufan esa música demoníaca, y otro a Hispanoamérica TV, un canal que importa culebrones para inmigrantes. Maravilloso. Luego Riobóo, que se enriquece de estos canales tan madrileños, dice que Iglesias no le interesaban los temas madrileños, y que se negó a hacer un especial sobre el Madrid Arena. Con dos cojones.

Riobóo pretende hacerse famoso gracias a Iglesias, al que no pagaba un puto duro por presentar un programa semanal. A Iglesias lo acusa de que intentó comprarle el canal con el dinero del Gobierno de Venezuela. Esto lo dice un señor que ha emitido por su canal horas y horas de Telesur, canal informativo impulsado y financiado por Chavez. Otra vez; con dos cojones.

El madrileñista Riobóo, al que le interesaba mucho Leganés cuando el Ayuntamiento le otorgaba contratos de servicios, tiene una programación que mima al público madrileño; Euronews, un programa religioso que huele que apesta, unas teletiendas de salud, unos documentales republicanos, por los que antes cobraba subvención de ZP, un programa del barcelonés 25 TV, algunas asambleas de izquierda para disimular y varias tertulias low cost donde los tertulianos cobran cero euros, además de una tertulia taurina. Una programación para alardear y enorgullecerse de madrileño. Por tercera vez; con dos cojones.

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