Solo por ver a Ángel Martín merecía la pena sentarse el domingo a las once de la noche para ver Órbita Laika. "¿Cómo decir que no a un Late Night de ciencia? Es la propuesta más loca que han hecho en tres años", dice el humorista para justificar su fichaje por un programa de "ciencia desenfadada", tal y como reza una nota de prensa de TVE. Ángel emula en la divulgación de ciencia con humor a su odiado Pablo Motos, ese señor que cada día da más grima, con lo simpático que era en la radio, cuando no sabíamos que era un egocéntrico, un pedante, un pájaro al que que da vergüenza ajena verlo entrevistar.
A lo que íbamos. Ángel es ese chico tímido que apareció hace unos años con unos monólogos singulares en la Paramount, cadena que cayó según reconoce de rebote. Después fue guionista de 7 vidas-cuenta que se disfrazaba como Amparo Baró para escribirle los textos-, colaborador de La Noche con Fuentes y copresentador de Sé lo que hicisteis, el programa estrella de los inicios de la Sexta y el programa que mostró las costuras de la telebasura, hecho que propició un cambio de programación en Telecinco, dicen que en justa venganza de Milikito, dolido porque Vasile le vetó sus productos por impulsar la Sexta.
Ángel combatió eficazmente tomates y demás chusma, pero tras unos años fue consciente del juego al que cooperaba; la crítica hipócrita, ya que en realidad el programa que se vendía como humorístico se había travestido en un espacio rosa, en un espacio que incluso compraba las imágenes a Korpa y a Europa Press de un señor persiguiendo cámara en ristre a Belén Esteban por Barajas. Fue entonces cuando Ángel dio un portazo definitivo a Globomedia, productora del espacio, que dicen que nunca olvida un "desprecio", y se largó al humor underground; sketches online con Lara Álvarez, teatro marginal con Ricardo Castella y una colaboración en el circo de Buenafuente. Ese es el bagaje de todos estos años para Martín, que ahora ha decidido ponerse la bata blanca para divulgar ciencia de un modo ligero, como dicen que hacen la Quo y la Muy Interesante. Y es que La 2 lleva unos años intentando meter con papilla contenidos densos a públicos difíciles. Lo intentó con El conciertazo, donde intentaban prescribir Beethoven a los niños, y más adelante acercar a las redes sociales y las nuevas tecnologías con shows tan dispares como La Nube, Fiesta suprema, Torres y Reyes o Alaska y Coronas.
En La 2, canal donde no hay un programa de música relevante ni un show de humor alternativo-lo último fue Pecadores Imperqueibols, lamentable plagio de Ilustres Ignorantes-, han levantado un show marciano presentado por Ángel Martín, que nada más aterrizar en su nuevo plató reconoció que no sabía nada de ciencia y que no sabía entrevistar, poco después de marcarse un monólogo y una canción. Después presentó a su primera invitada, Ana Morgade, que supuestamente iba como entrevistada pero a la que no entrevistaron, ya que la colaboradora de Zapeando fue la excusa para pasar diez irregulares secciones, algunas brillantes y otras lamentables, pero que dotaron de ritmo al show. Y las diez secciones fueron;
1- Una chica muy guapa llamada América Valenzuela descubriéndonos que los astronautas se dejaron bolsas de orina en la Luna.
2- Una reportera preguntando en la calle qué cojones es la selección natural.
3- Un vídeo explicativo cojonudo explicando qué cojones es la selección natural.
4- El autor del blog Fogonazos haciendo la chorrada de grabar la luz que desprende tocar una tecla del mando a distancia, que se ve muy bien en el nuevo Iphone.
5- Un cocinero del Arzak y un profesor universitario cocinando unos chipirones al E-162, plato que haría derretirse al mismísismo Adriá, el Beakman español.
6- Un señor diciendo que los monos pagarían por ver porno simiésco.
7- Un matemático en un super, pero no robando como es habitual encontrarlos, sino diciendo que en lo que más tiempo se tarda es en pagar y soltando que es mejor una oferta del 3X2 que lo de la segunda unidad al 50%, promoción que alerto que se lleva mucho en el DIA.
8- Una señora llamada Clara Grima demostrando que el vídeo de Youtube donde varios móviles hacen cocinarse una palomita de microondas es un puto fake.
9- Un monologuista cantando una disparatada canción sobre un matemático de hace cuatrocientos años.
10- Y por último la respuesta a una pregunta que Martín utilizó de cebo, que finalmente resultó ser que en el espacio hay gravidez, por lo que Alfonso Cuarón se ha hecho rico por la face.
En definitiva, Órbita Laika es un programa tan simpático como marciano, tan friki como arriesgado, hecho que en la televisión actual debiera ser un mérito. Pero la realidad es que es complicado augurarle recorrido.
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