¿Tiene un ultimátum Un tiempo nuevo?







Con menos de dos meses en antena, Un tiempo nuevo se ha convertido un lastre para Telecinco, hecho que es un problema teniendo en cuenta que el programa era uno de los estrenos más ambiciosos de la temporada. El programa impulsado por Vasile era el retorno del debate político a los sábados noche a Telecinco tras quince meses, fecha desde la que se cerró entre presiones gubernamentales El gran debate.

La táctica de la cadena fue tirar de talonario y ofrecer cien mil euros anuales a Sandra Fernández, hasta entonces directora de la Sexta Noche, para que diseñase un formato político ecuánime y sin gallinero. Es por ello que no tiraron del Revilla de turno, que funciona tan bien en Las mañanas de Cuatro, con las que Un tiempo nuevo comparte productora, y diseñar un formato más fino que La Noria, con Sandra Barneda en vez de Jordi González, con Mandarina en vez de los productores de Sálvame, con Pepa Bueno como entrevistadora en vez de Enric Sopena, con Cristóbal Montoro apadrinando el estreno, con una tertulia de humor en vez de corazón, con varias firmas selectas como Pedrojota, Anson, Onega o Luis del Olmo a los que no les hemos visto el pelo. 

Pero la cosa no pudo empezar peor, ya que les costó cuatro semanas alcanzar los dos dígitos, a la vez que La Sexta Noche se disparaba de la mano de Juan Ramón Gonzalo, ex director de El programa de Ana Rosa. Tras los patinazos con Montoro, Monago, Pedro Sánchez y Albert Rivera, intentaron que acudiese Pablo Iglesias, pero tras una disputa con éste, decidieron cambiar el rumbo del programa político y convertirlo en un show rosa, con una intervención estelar del Pequeño Nicolás, otra de La Pechotes y otra de la enfermera Teresa. 

Entonces Mandarina se equivocó y decidió poner su formato estrella manos de Nicolás, que dicen que no ha cobrado un duro como invitado, pero quizás sí como representante de la decepcionante Pechotes. Y tomaron esa decisión por un récord del impostor, que también funcionó en la segunda intervención, pero que cayó con estrépito en la tercera. ¿Seguirá reuniéndose Pedro Revaldería con Nicolás en La Moraleja? ¿Seguirá Nicolás en Un tiempo nuevo, plató en el que no ha faltado en las últimas cinco semanas o bien como entrevistado o bien en el backstage? ¿Es cierto que Nicolás tiene ya despacho en Mandarina? ¿Y es verdad que ha facturado cien mil euros por La Pechotes? Muchas preguntas pero pocas respuestas, pero lo que está claro es que el espectador no quiere ver esa basura aburrida inicial ni este desfase rosa con periodistas supuestamente serios. 

Sandra Fernández, con un sueldazo y tres compañeros recién aterrizados de la Sexta por orden suyo, debería mostrar más recursos que el talonario para mejorar un show que está muerto, un show que da muy mala imagen a la cadena, un show que ni influye ni tiene audiencia, un show que está siendo ampliamente superado por un programa de la Sexta, un show cuyo principal error es que no parece estar hecho por Telecinco, por lo que los afines a la cadena no simpatizan con este circo entre insípido y grotesco. 


2 comentarios:

  1. Entre Jordi Gonzalez y lo de ahora estuvo en esta franja horaria el neofalangista Alfonso Merlos y su colega Pilar Garcia de la Granja,esta ultima como tipica representante del sector FAES del Partido Popular.Liberales criticones que sin embargo trincan de lo publico y acaban guardando su patrimonio en otros paises.

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  2. Que empanada mental, ahora "los neofalangistas" son liberales, Mussolini o Jose Antonio eran liberales?, que país, y resulta que de lo público solo tiene derecho trincar la izquierda, que jeta no?.

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