Se acabó el "queremos saber" de cierta prensa española. Algunos con sus silencios y sus declaraciones han enterrado la conspiranoia sobre el 11-M, que según Esperanza Aguirre lo realizó el terrorismo islámico. No es lo que han dicho durante una década sus huestes mediáticas, nutridas por Aguirre con el dinero de todos los madrileños. "Quiero recordar que Bin Laden nunca ha reconocido el atentado de Madrid como el de Al Qaeda", decía hace tres años y medio cuando moría el terrorista, animando así a que prosiguiese una infame campaña mediática que alimentase la teoría de la conspiración.
Esa camarilla mediática, que sufrió Rajoy como líder de la oposición, lideró una operación para inventar que el 11-M lo habían orquestado ETA, parte de la policía española y los servicios secretos, con la intención de desalojar al PP del poder. Hoy esa camarilla, nada en el descrédito; Losantos en una radio local, Ramírez intentando financiar una web y su jefa Aguirre, implorando de rodillas que la dejen ser candidata a la alcaldía de Madrid. ¡Toma castaña!
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