Levántate; el cocktail almibarado en busca de la lágrima fácil

"Emotalent", pregonaban los responsables del nuevo talent-show sobre Levántate, para promocionar el nuevo show musical de los martes en Telecinco. La mecánica es tan sencilla como atractiva; el jurado, integrado por la maravillosa Ruth Lorenzo, la Niña Pastori y Pedro García Aguado, reparte 150 puntos entre las dos parejas de hijos y padres o madres, mientras que los trescientos integrantes del público reparten un punto por cabeza, que adjudican levantándose de su asiento.

Mediaset quiere seguir exprimiendo la vaca de estos fenómenos familiares-La Voz, La Voz Kids o Pequeños Gigantes-, ya que la cadena se ha dado cuenta que este tipo de programas no necesita un jurado polémico como Risto Mejide para que funcione. Así levantaron y mancharon Operación Triunfo o Tú sí que vales, pero Levántate sigue la estela de La Voz, con igual ritmo trepidante y con Jesús Vázquez, maestro en estas lides, como presentador.

La palabra "amor" fue la más repetida durante las tres horas y pico de gala empalagosa, que busca la lágrima fácil porque ésta redunda a la audiencia. La productora encargada del show es La Competencia, que sigue con su racha en Mediaset-Gym Tony, Los Gypsy Kings o Pequeños gigantes-, pero en este caso el mérito es que la productora española ha creado el formato, que se vendió a veinte países sin haberse estrenado.

Levántate es un show muy colorido, muy simpático, y no apto para diabéticos. Mezcla la emoción con un morbo barato, que busca que la niña o niño perdedores del cara a cara salgan llorando del escenario. Esta batalla de emociones, en los que risas y llantos se cruzan encima del escenario, arrancó con una niña de ocho años reventada tras salir derrotada, mientras la cámara no la dejaba de enfocar. Este es en realidad la clave del programa. Y la audiencia acompañó, ya que el programa lideró con un 21% de share. Quizás se esperaba más para el estreno, pero el documental sobre Corea del Norte en el programa En tierra hostil frenó su aterrizaje en Telecinco, cadena que quiere limpiar su imagen con este tipo de formatos-y con las series y los derechos deportivos-.