Pedro Sánchez sigue con su racha; intútil para el PSOE, servil para el PP, dócil con Susana, torpe con los medios y "valiente" con Tomás Gómez

La ridícula gestión de Pedro Sánchez al frente del PSOE va a traer cola. La última chapuza del líder de los socialistas-"un hombre anuncio que dice vulgaridades"-, ha sido cortar la cabeza de Tomás Gómez, que ya ha dicho que no se dejará amedrentar por la última injerencia chapucera del PSOE en la histórica FSM, todo para colocar al enésimo paracaidista, en este caso Ángel Gabilondo.

Tomás Gómez ya ha dicho que dará guerra, pero sin duda este ataque supone un golpe de muerte a cien días de las elecciones. El líder de los socialistas, que podía encabezar un gobierno progresista para la Comunidad de Madrid, recibe la enésima traición desde Ferraz, que ya intentó descabalgarlo en las últimas elecciones. Tómas Gómez es uno de los pocos activos válidos que le quedan a los socialistas, que sufren la gestión de un Pedro Sánchez que ha querido dar un golpe de autoridad para que parezca que manda él, cuando Susana Díaz es la que lo hace. Sánchez, servil con el PP, torpe con los medios e inútil para su partido, demuestra su falta de miras con esta operación, que busca culpabilizar a Gómez del tranvía de Parla, cuando en realidad fue la Comunidad de Madrid del PP la que adjudicó irregularmente la obra.