El sábado se ha consagrado como el día grande de TVE. Y es que la cadena pública, donde la imaginación brilla por su ausencia, ha decidido dedicar el sexto día de la semana al franquismo y a la España cañí. Los seguidores de La 1 pueden abrir boca con Audiencia abierta, una especie de NO-DO que sirve como propaganda de Casa Real. Los que critican las televisiones propagandísticas de Chávez o los Castro, podrían mirarse este bodrio sectario y atroz. Luego se pueden pasar a La 2 para ver Tendido cero, donde los niños pueden admirar asesinatos a toros en horario infantil, con dos cojones. Al mediodía vuelvan a La 1 para vomitar con los Telediarios de Pedro Carreño, que entre vídeo y vídeo se salpica la caspa con descaro. A media tarde pueden disfrutar con Cine de Barrio, ese circo asqueroso que hunde la imagen del cine español con folletines folclóricos, humor machista, y cutrez de la España profunda, todo un ramillete con las obras más siniestras del cine en dictadura. Para rematar el día, pueden volver o devolver otra vez con Carreño, con Informe Semanal, que ha perdido treinta minutos de duración y sigue en manos del núcleo duro de Génova en RTVE que lidera ese pelota integral que es Jenaro Castro-Roma no paga a traidores-, y con La Alfombra Roja Palace, un auténtico festín para los sentidos con Jaimito Borromeo, Doña Rogelia y pases de lencería. Fiebre del sábado noche.
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