Su imposibilidad de adaptarse a los tiempos y su fallida estrategia a la hora de lanzar la Sexta, hecho que le quitó su privilegiado puesto de suministrador principal de las dos grandes televisiones de nuestro país, han acabado con Globomedia, compañía que se diluirá en Mediapro. Aquí van las razones:
La gran fábrica de ficción española se hunde: trece de sus últimas dieciséis estrenos han patinado
Trece de los últimos dieciséis estrenos en ficción han patinado en Globomedia. Solo se salvan de la quema Águila Roja-éxito indudable-, El Internado o El Barco, que aguantó a duras penas tres temporadas. Las otras trece han sido trece fracasos. Sorprende que esta mala racha comienza en 2006, justo el año de fundación de la Sexta.
1- Fuera de control: Comedia sobre el mundo de la televisión que suponía el regreso de Loles León tras su polémica salida de Aquí no hay quien viva. No fue renovada y nadie se acuerda de ella.
2- SMS: Serie juvenil y diaria que se emitió sin suerte en los inicios de la Sexta. Pasó sin pena ni gloria en sus dos temporadas, aunque sirvió de trampolín a algunos jóvenes actores de la compañía; Martín Rivas, Yon González o María León.
3- Mesa para cinco: Adaptación de esas ridículas comedias familiares que solo hacen gracia a Emilio Aragón-tipo Raymond-. Apenas se emitieron siete capítulos también en los inicios de la Sexta y sufrió varios cambios de día y hora hasta su conclusión.
4- Cafetería Manhattan: Uno de los fallidos torpedos que lanzó sin suerte Antena 3 en sobremesas contra Aquí hay tomate, fue esta comedia sobre actualidad-de hecho se grababa el mismo día de emisión-. No funcionó y apenas duró dos semanas en antena.
5- Cuenta atrás: Adaptación ridícula y sin pagar derechos de la serie 24. Lo peor de todo fue que el protagonista era Dani Martín, cuando quería ser actor-Bigas Luna demostró la pérdida de su olfato cuando lo fichó para Yo soy la Juani-.
6- Gominolas: Quizás la serie más ambiciosa de la historia de Cuatro. Fernando Tejero, Arturo Valls o Kira Miró protagonizaban esta parodia adulta de grupos como "Parchís". Pese a su prometedor arranque, la serie no fue renovada,aunque cadena y productora habían acordado de inicio dos temporadas. Nacho García Velilla, se estrelló tras sus éxitos en 7 Vidas o Aída. Poco después dejaría la compañía para crear la suya propia y llegar a acuerdos con Antena 3 que han dejado dos maravillosas películas-Fuera de carta y Qué se mueran los feos- y dos horribles series-Los Quién y Fenómenos-.
7- LEX: Una de las demostraciones de que los españoles no somos americanos y no nos tragamos una serie sobre abogados desde hace tres décadas-Anillos de oro-. Después han llegado sin suerte Abogados-en Telecinco-, Al filo de la ley-en TVE- y LEX, que marcó una pobre media del 12% de share y acabó su dramático periplo tras dos temporadas.
8- Punta Escarlata: Aceptable serie policial tipo Twin Peaks pensada para Cuatro. Pero la cadena sufrió la absorción de Mediaset y Telecinco la estrenó en pleno verano, pasando sin pena ni gloria.
9- BuenAgente: Pasó como en Gominolas; más reparto que comedia. La serie más ambiciosa de la historia de la Sexta cambio seis veces de día y hora y fue fulminada tras dos temporadas. Horrible.
10- El Corazón del océano: Miniserie de varios capítulos que ha hundido las noches de Antena 3. Ni Hugo Silva ni Hiba Abouk consiguieron remontar esta proyecto que tuvo que cambiar de noche para "morir".
11- Luna, el misterio de Calenda: Globomedia intentó aprovecharse del éxito de "su" Belén Rueda en el cine-El Orfanato o Los ojos de Julia- con una serie de "hombres lobo"; Luna, que fue un fracaso. Para colmo volvieron a contar con Fran Perea. Antena 3 no se merecía algo tan malo.
12 y 13- Bienvenidos al Lolita y B&b: Ambas series son la demostración palpable que Globomedia se ha enquistado en los noventa, ya que ambas parecen una evolución ridícula de UPA y Periodistas. Por lo que la productora sigue sin modelos propios, solo simples copias de famosas series yankees. Lo único interesante de ambas series es su reparto; Belén Rueda, Beatriz Carvajal, Gonzalo de Castro o Fran Perea. Es decir, que además de las situaciones noventeras, los actores también lo son. Lamentable.
Ahora otras productoras han recogido el testigo, como demuestran series como Velvet, El Príncipe, La Señora o Amar en tiempos revueltos. Es por ello que los encargos han menguado; solo hay dos proyectos previstos. Uno es el relevo en comedia de Aída, que prepara para Telecinco. Y el otro es el retorno del propio Emilio Aragón con una serie policiaca, que por ahora no encuentra cadena. La facturación la salvan los programas de la Sexta; Zapeando, Al rojo vivo, la Sexta Noche, El club de la comedia, El Intermedio o El Objetivo.
Águila Roja se mantendrá en TVE pese al recorte presupuestario, la renovación de B&b en Telecinco parece difícil y su actual gran éxito se lo da su filial vasca, con El Conquistador del fin del mundo en ETB.
La productora que se quedó en los noventa:
Y es que el nacimiento de la Sexta provocó por un lado el cerco de Vasile, que se hizo rodear por aquel entonces de las llamadas "productoras de confianza", y por el otro la llegada de encargos efímeros por parte de TVE, controlada por los socialistas y aliada con los planes expansionistas de la entonces modesta Mediapro. Desde entonces Globomedia no ha levantado cabeza, en parte también por el egoísmo de Roures, que se zampaba la mayoría del presupuesto del nuevo canal en producción de espacios informativos y en la venta de derechos deportivos, compensados en parte a Globomedia con algunos contratos de espacios informativos que desnaturalizaban la empresa.
Es por ello que Globomedia no ha sabido reciclar su catálogo de ficción, ya que por un lado la Sexta no produce series, y por el otro el duopolio le mira con recelo a la hora de aprobarle nuevos proyectos. Levantado el cerco del duopolio, la empresa de Contreras y Aragón no ha sabido encarar con buen tino sus encargos. No hay más que ver que en Antena 3 la productora ha trabajado en los últimos ocho años en seis series, ninguna a día de hoy recordada por su éxito-Cafetería Manhattan, LEX, El Barco, Luna, El Corazón del océano y Bienvenidos al Lolita-. En cambio, la cadena ha visto como otras productoras le servían pescado de primera-Sin identidad, Velvet, Amar es para siempre, El Secreto de Puente Viejo o Bajo sospecha-, mientras Globomedia les servía pescado congelado, que es lo que anda digiriendo Vasile ahora, entre la basura de B&B, serie desfasada que ha sido renovada a la baja, y Anclados, la nueva comedia de los creadores de Aída, que ha arrancado con muy mal pie sin todavía llegar a las pantallas.
La otra pata del éxito de la factoría eran los shows cómicos, pero en este campo también andan perdidos ahora, sobre todo tras el doble patinazo en Antena 3 de Los mayores gamberros y Los viernes al show.
Es por ello que muchas de las caras más representativas de la factoría, como pueden ser Florentino Fernández, Eva Hache o Ángel Martín, tienen que buscarse las habichuelas lejos de las garras de Imagina, el holding de Globomedia y Mediapro controlado por Roures, que siempre devora a sus socios con profusión.
La compañía ahora anda centrada en Vis a vis, que es la serie que han estrenado para Antena 3, en Águila Roja y en espacios de actualidad de la Sexta, como pueden ser El Objetivo, Al rojo vivo, El Intermedio o Zapeando, que es sin duda un plagio infantiloide y guionizado del brillante y dinámico Arucitys catalán. También les consuela a Contreras y a Aragón que la división vasca va viento en popa, con El Conquistador arrasando y la llegada de Atrápame si puedes-torpe remedio del cálido Date el bote que triunfó hace unos años en ETB-, y porque hay muchas opciones de que Los Serrano se adapte una década después de que Globomedia anunciase que la serie cruzaba el charco.
De lo que no se salva Globomedia es de las ocurrencias o disparates cinematográficos del iluso Emilio Aragón, que se encargó de producir la ridícula Carlitos y el campo de los sueños, y de escribir y dirigir Pájaros de papel-enésima y obscena recreación de la guerra civil por la que la compañía perdió más de millón y medio de euros-, y Una noche en el viejo México, que se pegó uno de los tortazos morrocotudos más recordados de nuestras salas, ya que recaudó unos miserables 40.000 euros en su primer fin de semana cuando había costado rodarla cien veces más. Aragón parece que ahora intenta colar sin suerte una serie policiaca en el duopolio, que no traga tras ver sus patinazos en cine y tras recordar sus dos últimas basuras catódicas, Javier ya no vive solo y Casi perfectos.
La antigua fábrica de éxitos:
Pero todo cambió en 2006, cuando Zapatero tiene la intención de lanzar un grupo afín y junto a él estaba Miguel Barroso, ex directivo de Globomedia, que le concedió la licencia a la cadena verde. Desde entonces Telecinco vetó las compras de nuevos productos de la compañía, precipitando los finales de 7 Vidas y La noche con Fuentes y dejando solo en emisión Aída. Pero la TVE de sus amigos socialistas compensó en parte este veto con varios contratos; 59 segundos, Splunge, Fuera de control o la exitosa Águila Roja.
Encima la Sexta no les dio muchas alegrías, ya que Jaume Roures ejerció el control de la cadena desde su nacimiento, ya que "se quedó" casi el setenta por ciento del presupuesto en derechos deportivos e informativos. Globomedia por su parte se quedó con las migajas, con varios encargos de shows low cost; Los irrepetibles, El club de Flo, Habitación 623, Brigada Policial, El Show de Cándido o El vídeo del millón de euros. Todos ellos fallidos, excepto el triunfal Sé lo que hicisteis o el longevo El Intermedio.
Globomedia se ha quedado sin hueco, ya que Telecinco le ha mantenido el veto durante años, Antena 3 ha empezado a contratar a otras productoras para ficción y el poco prespuesto de la Sexta va dirigido a la actualidad, por lo que Globomedia ha empezado a producir espacios políticos; Al rojo vivo, la Sexta noche o El Objetivo.
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