Unión del Pueblo Navarro, partido que se ha quedado sin la baza de la gestión y la ética, se ha agarrado en esta campaña electoral a una vascofobia con ETA en el recuerdo. Pero a José Javier Esparza no le ha salido bien la jugada. Porque vistos los resultados, lo normal sería que Uxue Barkos, candidata de Geroa Bai, se convirtiera en presidenta de Navarra.
Aunque conociendo la utilización de UPN de la prensa madrileña, podemos barruntar que intentarán ganar en los despachos lo que no ganan en las urnas. Porque Navarra ha votado progresista, tanto en 2007 y 2011, y sin embargo UPN, partido de régimen, ha mantenido el poder por la fuerza. ¿Pretende seguir gobernando la derecha en Navarra por decreto, cuando tan solo ha cosechado 17 de 50 diputados y el 31% del voto? ¿Va a seguir despreciando, estigmatizando y linchando a otras fuerzas navarras con el frentismo como único camino a seguir?
Anoche UPN no alcanzó los resultados esperados, ganando con quince diputados-cuatro menos que en 2011- y el 27% de los votos, datos insuficientes para mantener el poder, ¿o no? Porque ni uniéndose con el PSN, que ha salvado el match-ball con siete representantes, ni al PP, que sobrevive con dos, le salen los números-Ciudadanos se quedó fuera lastrado por un oportunista como líder, Diego Paños-.
Y es que los números son claros; Geroa Bai ha sido la revelación de la jornada de la mano de Uxue Barkos, que ha logrado nueve escaños, por encima de Bildu con ocho, Podemos con siete e Izquierda-Ezkerra con dos. Un pacto a cuatro valdría para alcanzar los veintiséis diputados que darían al fin una mayoría progresista a Navarra. Pero falta la tradicional campaña de Diario de Navarra y la prensa madrileña, esta vez contra Podemos, al que acusarán de pactar con ETA para lograr una mayoría que las urnas le niegan.
Veremos a ver. Por lo pronto UPN podría perder también Pamplona, si se alcanza un idéntico pacto desde la izquierda-con Bildu, Geroa Bai, Aranzadi e Izquierda-Ezkerra-.
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