En el verano de 2006 un terremoto televisivo se hizo notar. José Luis Moreno, productor de la exitosa Aquí no hay quien viva, rompía con Antena 3 y firmaba por Telecinco. El equipo de la serie y prácticamente todo el reparto se mudaban con el ventrílocuo hacia Fuencarral, pero varias de las estrellas finalmente no se sumaron el barco.
Fue el caso de Fernando Tejero, que decidió no seguir con Moreno por unas razones que expuso en público: "No volveré a trabajar con José Luis Moreno. Sus grabaciones eran un matadero". Pero años después, tras protagonizar fallidas series como Gominolas y El síndrome Ulises, Tejero volvió al vecindario, en este caso regentado por Alberto Caballero, sobrino de un Moreno que factura el alquiler de los platós por La que se avecina.
También dijo que no volvería Luis Merlo, que entonces no quería interpretar un papel similar al que encarnó en Aquí no hay quien viva. Pero Merlo, tras años de teatro, también ha vuelto al vecindario. Parece que también volverá Loles León, que tras años en el dique seco después de su sonora guerra con Moreno participará en algunos capítulos de la exitosa comedia de Mediaset.
La crisis azuza y los actores, siempre tan desprotegidos, no se pueden permitir ponerse dignos a estas alturas. Algunos denunciaron las condiciones laborales que imponía Moreno, pero fuera de su mansión parece que hace mucho frío. Es por ello que todos quieren quedarse en Montepinar, trabajando en una serie que arrasa con cuatro millones de espectadores cada semana. Es el caso de Paz Padilla, que anunció hace unos días en una entrevista que le apetecería rescatar ¡Ala...Dina!, pero que prefiere quedarse en La que se avecina. A la comedia también se incorporará Miren Ibarguren, que tras la sorprendente cancelación de Anclados vuelve a la factoría Moreno, donde dio sus primeros pasos televisivos en la serie A tortas con la vida.
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