En un país futbolero como España, apenas 1,2 millones de españoles de un país de 46 millones podrán seguir el PSG-Real Madrid de esta noche. Por lo tanto el apagón, provocado por las pretensiones de Roures y la chulería de Alierta, deja a la gran competición en fuera de juego.
Roures debería pretender ganar menos dinero y Movistar TV debería intentar respetar a sus abonados, pero nada de eso sucederá a corto plazo, mientras la UEFA mira para otro lado sobre el desagradable asunto. El que quiera ver la Champions podría pasar por Total Channel si funcionase, pero en las dos primeras jornadas se ha caído el sistema del operador digital, en un primer caso por imprevisión y en el segundo por un supuesto ataque masivo que nadie cree.
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