En la tarde del martes un siniestro culebrón arrancó en Sálvame, programa en el que Belén Esteban llevaba unos meses tranquila, descansando tras la concatenación de polémicas que vivió en Gran Hermano VIP.
Y es que la de San Blas desveló podría despedir a su popular representante, Toño Sanchís. El motivo del posible divorcio profesional parecer haber sido que "La Princesa del pueblo" ha advertido que el citado representante no habría estado siendo demasiado claro con sus cuentas.
Así desveló Belén el elevado porcentaje que cobraba Toño de lo que ella facturaba: "Mi representante no se llevaba el 20%, se llevaba el 30%. Él se sentó cobrando a hablar de mi drama". "La Esteban" también afirmó que la cúpula de La Fábrica de la tele le habría ayudado a abrir los ojos con Sanchís: "Mis jefes se han reunido cuatro y cinco horas con mis gestores para ver lo que había".
La veda sobre Sanchís, que se ha hecho millonario a la sombra de Belén Esteban, estaba abierta, y sus compañeros se sumaron al linchamiento del representante. Terelu Campos, representada también por Toño, insinuó que iba a dejar de contar con sus servicios, Mila Ximénez desveló que éste filtraba información a la prensa rosa sobre Belén, y Kiko Hernández fue el más duro de todos: "Hay que ser cerdo, te tienen grabadas un montón de conversaciones en las que pones a parir a absolutamente todo el mundo. Has filtrado el destino de los viajes a los que iba Belén a algunos reporteros".
Es decir, que el ramillete de colaboradores de Sálvame insinúa que Toño se aprovechaba de las carencias de Belén en el tema económico y que jugaba a un doble juego, cobrando también de revistas, agencias y reporteros de la prensa rosa.
Carmen, la madre de Belén, llamó al programa para decir que ella le había advertido de los trapicheos de Sanchís a sus espaldas, mientras que su hija desveló que Toño le filtraba noticias sobre Makoke para que las contase en directo: "Solo voy a decir una cosa: la avaricia rompe el saco", sentenció la de San Blas.
Algunos medios digitales han puesto la lupa sobre Toño, propietario de la agencia Lorant, que ha llevado a famosos como Boris Izaguirre, Kiko Matamoros, Álvaro Muñoz Escassi, Mila Ximénez, Jimmy Jiménez Arnau y Jaime Martínez Bordiu, cuantificando en un millón de euros lo que el representante le habría birlado a Belén y tildando el suceso de "estafa".
Las diez galas de la discordia
Según señalaron en Sálvame, Belén Esteban solo había cobrado cinco de las quince galas que protagonizó en 2010 de Más que baile. Unas galas que la agencia de Toño había cobrado en su integridad, pero Toño dijo que el dinero se lo estaba guardando a Belén, cosa que ella niega, por lo cual Loriant ha pagado más de 300.000 euros a su ex representada en lo que va de año. Por lo cual Toño, linchado por Sálvame al completo y por comunicadores como Jesús Vázquez o Jorge Javier, tiene un negro futuro profesional.
¿Cómo se descubrió el pastel?
Parece ser que Miguel, novio actual de Belén Esteban, sospechaba sobre las formas de hacer de Toño, por lo cual le puso sobre la pista y tras advertir algunas incoherencias de sus cuentas, la de San Blas encargó una auditoría a sus cuentas, algo necesario porque Hacienda le reclamaba una gran cantidad de dinero que ella no tenía. Este hecho le extrañó, por lo cual la empresa auditoria exigió facturas a Toño, que se negó a entregarlas porque decía que temía filtraciones a la prensa. Por lo cual la citada empresa tuvo que contactar directamente con las productoras, Gestmusic o La Fábrica de la tele, que le remitieron las mismas, hecho que sentenció la relación profesional entre Toño y Belén, su gallina de los huevos de oro.
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