La fiebre de la fama ciega desde hace siglos a personas sin la cabeza demasiado bien amueblada. David Muñoz, que ahora se hace llamar Dabiz Muñoz, saltó a la fama a rebufo de ese indigesto boom gastronómico que convertía a cocineros en famosillos con aura de creadores que vivían entre el plató de televisión, el dominical del periódico y las conferencias de varios ceros.
Mediaset, que no pudo fichar a Cristina Pedroche, ahora ha cazado a Muñoz, al que presenta como "cocinero antisistema" para el show que estrena este domingo en Cuatro. ¿Es antisistema Muñoz? Pues va a ser que no. Porque David o Dabiz es un cocinero con un look llamativo que saltó a la fama por un par de entrevistas donde mostró una pose macarra y claro, llamó la atención. Por supuesto que la tontería no tardó en estallar en su cabeza; primero se divorció, luego anunció un coche de lujo y por último y tras pirueta se casó vestido de mamarracho con la famosa del momento, Cristina Pedroche. ¿Ganas de llamar la atención, afán de protagonismo o simples carencias afectivas provenientes de una infancia dura? La tontería nunca se sabe de donde llega, pero cuesta tragar una estética marginal cuando le vendes tu boda al ¡Hola!, grotesca colección en papel de la élite aristocrática más decrépita.
¿Quién es Muñoz? Seguramente no lo sepa ni él, quizás en algún momento fue alguién y ahora camina por las calles de Madrid subido a un cochazo sin frenos que se empotrará. Lo hará cuando baje a la tierra, vuelva a los pucheros y se quite de encima ese afán por dar que hablar, a costa incluso de su imagen. Da pena, sí, pero, ¿qué le vamos a hacer?
No hay comentarios:
Publicar un comentario