Federico Jiménez Losantos no asomaba por las librerías desde que en 2011 publicó una obra disparatada; El Linchamiento. En este libro, el turolense, verdugo de sus adversarios con insultos y amenazas, se vendía como víctima de una persecución de tintes políticos.
En estos cinco años Losantos había amenazado con hablar del Rey, Campechano I, pero por falta de tiempo o por miedo se abstuvo. Sí que se ha atrevido, a medias, con el Presidente en funciones, ya que lo único nuevo de Los años perdidos de Mariano Rajoy es un ensayo ridículo de menos de un centenar de páginas donde abusa del 11-M, intenta psicoanalizar sin tino la personalidad del político gallego y nos da una matraca que llega a insoportable cuando saca del armario el pescado congelado, ya que en realidad el libro es una recopilación de trece años de artículos publicados antes por El Mundo y por Libertad Digital.
¿Qué aporta en realidad Losantos? Poco o nada, ya que el locutor admitió hace unos días en Es Radio que su hijo mayor censuró las partes más jugosas del ensayo porque abusaba de chismes interesantes, quizás lo único aceptable de los libros de un Federico que se jacta en los mismos de su poderío, como vemos efímero. Y es que en De la noche a la mañana, quizás su libro más atractivo, los chismes salvan una paranoia mental en la que vende por capítulos la ridícula campaña del 11-M, conspiranoia de la que en la que en vez de taparse, tal y como hace Pedrojota, él sigue sacando pecho.
hombre, lo del 11 M no está nada claro, por mucho que os empeñeis
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