En la Edad Media a los nuevos monarcas se les hacía una campaña de imagen de dos maneras: destacando sus supuestos puntos fuertes y criticando a su antecesor, normalmente su padre y normalmente muerto. Pero Juan Carlos I, vivito y coleando, ve con pasmo como la prensa que le respetó escrupulosamente durante cuatro décadas, en las cuales periódicos y revistas miraron para otro lado sobre sus relaciones personales y negocios, hoy le apalea.
No hay más que ver la intensa promoción mediática que goza el libro Juan Carlos I, una vida sin silencios, escrito por Rebeca Quintáns. Esta obra, editada por Akal, es una actualización de la obra perseguida Un rey golpe a golpe, polémica obra publicada en torno al año 2000 por editoriales cercanas a la órbita de la izquierda abertzale.
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ResponderEliminarRelacionar Podemos con ETA, os lo habéis aprendido mal, que es con Venezuela!!!!
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