La deliciosa y deslumbrante Paquita Salas, auspiciada gracias a Flooxer (platafoma online de Atresmedia), ha confirmado su calidad al fracasar rotundamente en su pase en abierto por Neox. Y es que no está hecha la miel para el paladar del asno y su fallido lanzamiento para todos los públicos la equipara con Juego de Tronos, Breaking Bad, Borgen o House of cards, refugiadas en el pago porque el chusmerío se empeña en empacharse en TDT de repeticiones de La que se avecina y Cazasubastas.
En España son varios los ejemplos de aire fresco que imprimen ficciones de autor e independientes, producidas al margen de la irrespirable industria duopolística. Hace unos años, desde el sur, un grupo que jóvenes hilvanó sobresalientemente Malviviendo y el Plus aposto de forma tardía por ¿Qué fue de Jorge Sanz?, con guiños autoparódicos al igual de Paquita Salas, y por Crematorio.
En TVE también pudimos paladear de Mujeres, con homenaje al universo almodovariano, mientras que en La 2 y en Neox dos buenas ideas como Plutón BRBnero y Museo Coconout, de Álex de la Iglesia y de la "generación Chanante", murieron agotadas porque RTVE y Atresmedia exigieron una desorbitada cantidad de capítulos que desdibujó la idea original de ambos proyectos y acabó diluyendo la calidad del producto como un azucarillo exigiendo, para abaratar el producto, ritmos de rodaje propios del cine para adultos. También falló, no sabemos si por cobardía de ETB, Aupa Josu, tragicomedia del final de ETA cuyo episodio piloto acabó emitido en forma de especial. El talento de Cobeaga y San José merecía más empeño o valentía.
Es cierto que en el universo mainstream hay que destacar la agilidad de Cámera Café, adaptación de un producto francés, las primeras temporadas de Aquí no hay quien viva, Cuéntame cómo pasó o 7 vidas o buenas ideas mal llevadas a cabo por los dos gigantes televisivos como Punta Escarlata, La Fuga o El Pantano (o Plaza España de TVE). A un lado dejamos la colección de series sobrevaloradas: el prestigio de El Ministerio del Tiempo es incomprensible, al igual que el logrado por Los misterios de Laura. Por no hablar de tramas culebroneras metidas con calzador en prime-time como El Príncipe, Mar de Plástico o Velvet, cuyos jóvenes repartos engañan al ojo menos preparado.
Pero todas ellas mejoran al humor grasiento de Los Serrano, al machismo zafio de José Luis Moreno en Escenas de matrimonio, a la infantil y repetitiva Águila Roja, al empalagoso Emilio Aragón en Médico de Familia, a Arturo Fernández gritando "narigón", "indocumentado" y "chatín" en La Casa de los líos frente a Florinda Chico, a los jóvenes de UPA y Física o química intentando mojar las bragas adolescentes, a los chistes tópicos y repugnantes de Aída, a Hugo Silva intentando ligarse a la hija de su jefe, a Mario Casas poniendo morritos en El Barco, a los guionistas de El Internado perdiendo la cabeza con banderas nazis y clones, a Andrés Pajares haciendo de maricón en Tío Willy, a Lina Morgan haciéndonos creer que estuvo a punto de casarse con Coronado en Compuesta y sin novio, a TVE retirando El Sexólogo de Mariano Ozores porque creían los socialistas que la industria cinematográfica y la del videoclub no entendían el talento del Billy Wilder español, a Ana Obregón calentando al personal como pornochacha caritativa y a El Fary intentando decir algo que se pareciera a lo que tenía apuntado en el guión en Menudo es mi padre mientras el equipo técnico y artístico que le acompañaba preparaba un suicidio colectivo. ¿Creen que lo han visto todo? Se equivocan: Telecinco prepara Ella es tu padre, la Señora Doubtfire cañí. Éramos pocos...
En España son varios los ejemplos de aire fresco que imprimen ficciones de autor e independientes, producidas al margen de la irrespirable industria duopolística. Hace unos años, desde el sur, un grupo que jóvenes hilvanó sobresalientemente Malviviendo y el Plus aposto de forma tardía por ¿Qué fue de Jorge Sanz?, con guiños autoparódicos al igual de Paquita Salas, y por Crematorio.
En TVE también pudimos paladear de Mujeres, con homenaje al universo almodovariano, mientras que en La 2 y en Neox dos buenas ideas como Plutón BRBnero y Museo Coconout, de Álex de la Iglesia y de la "generación Chanante", murieron agotadas porque RTVE y Atresmedia exigieron una desorbitada cantidad de capítulos que desdibujó la idea original de ambos proyectos y acabó diluyendo la calidad del producto como un azucarillo exigiendo, para abaratar el producto, ritmos de rodaje propios del cine para adultos. También falló, no sabemos si por cobardía de ETB, Aupa Josu, tragicomedia del final de ETA cuyo episodio piloto acabó emitido en forma de especial. El talento de Cobeaga y San José merecía más empeño o valentía.
Es cierto que en el universo mainstream hay que destacar la agilidad de Cámera Café, adaptación de un producto francés, las primeras temporadas de Aquí no hay quien viva, Cuéntame cómo pasó o 7 vidas o buenas ideas mal llevadas a cabo por los dos gigantes televisivos como Punta Escarlata, La Fuga o El Pantano (o Plaza España de TVE). A un lado dejamos la colección de series sobrevaloradas: el prestigio de El Ministerio del Tiempo es incomprensible, al igual que el logrado por Los misterios de Laura. Por no hablar de tramas culebroneras metidas con calzador en prime-time como El Príncipe, Mar de Plástico o Velvet, cuyos jóvenes repartos engañan al ojo menos preparado.
Pero todas ellas mejoran al humor grasiento de Los Serrano, al machismo zafio de José Luis Moreno en Escenas de matrimonio, a la infantil y repetitiva Águila Roja, al empalagoso Emilio Aragón en Médico de Familia, a Arturo Fernández gritando "narigón", "indocumentado" y "chatín" en La Casa de los líos frente a Florinda Chico, a los jóvenes de UPA y Física o química intentando mojar las bragas adolescentes, a los chistes tópicos y repugnantes de Aída, a Hugo Silva intentando ligarse a la hija de su jefe, a Mario Casas poniendo morritos en El Barco, a los guionistas de El Internado perdiendo la cabeza con banderas nazis y clones, a Andrés Pajares haciendo de maricón en Tío Willy, a Lina Morgan haciéndonos creer que estuvo a punto de casarse con Coronado en Compuesta y sin novio, a TVE retirando El Sexólogo de Mariano Ozores porque creían los socialistas que la industria cinematográfica y la del videoclub no entendían el talento del Billy Wilder español, a Ana Obregón calentando al personal como pornochacha caritativa y a El Fary intentando decir algo que se pareciera a lo que tenía apuntado en el guión en Menudo es mi padre mientras el equipo técnico y artístico que le acompañaba preparaba un suicidio colectivo. ¿Creen que lo han visto todo? Se equivocan: Telecinco prepara Ella es tu padre, la Señora Doubtfire cañí. Éramos pocos...
Te habrás quedado a gusto Mosca. Tienes el criterio en el culo, la mosca va a la mierda.
ResponderEliminarLa mejor ficción española fue la adaptación de Betty la fea con Yo soy Bea, que hizo que toda España se alce en contra de la discriminación racial.
Por favor mosca, salva a ferreras.
Fdo: No soy Ana Pastor
Irrespirable duopolio...?
ResponderEliminarDonde he oido yo esa expresion antes...?
xD
Cuando la mosca pone tanto empeño y énfasis en alabar algo, tener por seguro que algo se lleva...FI-JO. Y lo mismo os digo cuando critica al Ministerio del Tiempo. A la mosca le gusta el rollo de ir a contracorriente, no se deja llevar por modas absurdas. Y bueno, se despacha agusto sobre algunos actores que luego aparecen en su amada Paquita Salas haciendo cameos.
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