Las siete entrevistas que retratan a Carlos Herrera

Los tiempos que corren, con crisis y descrédito de las instituciones públicas enfangando todo el panorama, han convertido al comunicador Carlos Herrera en la gran estrella de la derecha mediática. El andaluz, con su particular manera de entender el periodismo, se ha consagrado en el campo radiofónico avalado por los dos millones de parroquianos que le escuchan cada mañana en COPE.

El locutor, cercano a Moncloa y con un sueldo propio de un futbolista, se ha retratado en varias entrevistas que al escucharlas lo muestran como un pícaro que sabe que en la comunicación actual prima más la docilidad que el talento.

No se le puede hurtar a Herrera su salero a la hora de enfocar el entretenimiento hacia el humor castizo, la gastronomía ultracomercial y la brocha gorda de sus "fósforos". Pero de ahí a convertir a la estrella en un periodista serio, media un abismo.

Porque no se puede considerar ni como serio ni como referente a un sujeto que, consciente del negocio, acude a entrevistar a Moncloa a Mariano Rajoy y no es capaz de preguntarle al Presidente por la corrupción. ¿Acaso no vio Herrera la entrevista de Iñaki Gabilondo a Felipe González en pleno escándalo GAL?

Parece ser que no y parece ser que Carlos aprendió la lección de su amigo Jiménez Losantos: la línea editorial de la casa, por mucha facturación y oyentes que se consigan, la marcan los argumentarios de Génova 13 o Moncloa, nunca las opiniones propias.

La disidencia está mal vista entre los Obispos y por eso un señor del poderío de Herrera se permite el lujo de convertirse en un gracioso palmero del poder, estómago muy bien agradecido, y permitir las listas negras elaboradas por el PP, que en la actualidad no ve con buenos ojos a personajes como Isabel San Sebastián o Hermann Tertsch.

Aquí repasamos las siete entrevistas que lo retratan:

1- El disidente se revuelve

Hace unos días Carlos Herrera preparó una entrevista a Norberto Fuentes con la intención de linchar a Fidel Castro tras su muerte. Pero el escritor cubano no quiso participar como cómplice del linchamiento, pese al sermón que soltó la estrella de COPE nada más comenzar su programa: "Como buen comunista (Fidel) ha sembrado las dos cosas que mejor saben hacer los comunistas: producir terror y miseria; que ha enviado al exilio al 20% de la población, que ha fusilado, que ha encarcelado, que ha discriminado, que ha desarrollado la dictadura perfecta (...) ante la complicidad y el silencio de la izquierda mundial". Pero Norberto, que exclamó contra la intención del programa ("¡Cuba era una mierda antes de la revolución!"), dejando atónitos a los tres tertulianos de Herrera en COPE, Edurne Uriarte, Gloria Lomana e Inocencio Arias e incomodando visiblemente al presentador, que como verán intentó cortar varias veces la entrevista sin éxito:



2- La antitaurina lo deja en evidencia

Hace unos meses el andaluz llamó a Datxu Peris, la concejala de Guanyem Catarroja que había escrito sobre la muerte del torero Víctor Barrio, con el propósito de ridiculizarla. El problema para el andaluz es que la citada señorita no se acobardó ante la millonaria estrella y le dejó a la altura del betún. Herrera, refugiado infantilmente en la reiteración de una pregunta de malos modos, quedó retratado como lo que es: un periodista folclórico pícaro que ha aprovechado la desideologización de la derecha española para ser elevado al Olimpo por unos curas que financian la Intereconomía 2.0 mientras se olvidan de Cáritas, convertida en mera excusa para recaudar del IRPF común. Pasen y vean como Datxu barre dialécticamente al locutor, que no tiene más remedio que, tras repetirse, corta la entrevista de manera abrupta.




3- Pablo Iglesias no se amilana 

Carlos, que tan dócil se muestra ante Mariano, tildó de "ideas anacrónicas" los postulados que defiende Podemos ante Pablo Iglesias, que le soltó un "zasca" de aúpa:



4- Faltando el respeto

Carlos Herrera tiró de topicazos y faltas de respeto para intentar desacreditar a Raül Romeva de forma barriobajera:



5- Mala memoria

Tras la caída en desgracia y detención de Luis Pineda, máximo responsable de Ausbanc, Herrera se mostró ventajista y señaló entre risas que este señor le pedía que le invitara a su programa pero que él se rechazaba a darle un espacio en su programa. Olvida Herrera que no hace tanto Pineda entraba en su programa de forma periódica, ejerciendo de reputado gurú económico:



6- Encontrando amigos

Hace más de dos meses Herrera masajeaba con simpatía a "su amigo" Álvaro Ojeda para promocionar a el libro España con dos cojones. Olvida el comunicador que Ojeda es un pájaro que ha saltado a la fama lanzando mensajes llenos de odio por motivos políticos. De cuñao a cuñao, y tiro porque me toca:



7- Más encuentros entre amigos

Pero Herrera no solo hace hueco para youtubers semianalfabetos, sino que hace unos días entrevistó con sumo placer a Pérez-Reverte y su patriótica virilidad, con el que se mofa del progresismo:



Sea como fuere, Herrera tiene mérito. Porque es capaz de conjugar las simpatías desde la derecha política, la curia, el Ibex, la monarquía (el Emérito apadrinó su estreno en COPE) y el siniestro PSOE andaluz, que ha visto con buenos ojos que Canal Sur lo eligiese previo pago como imagen del canal en su 25 aniversario. No es casual que su ex mujer, Mariló, fichase por televisiones públicas controladas por los socialistas (Canal Sur o TVE), que elogiara durante mucho tiempo al presidente de la Diputación almeriense investigado por corrupción mientras cobraba o que se callase después de ver como Bárcenas le mostraba las pruebas de la corrupción del PP. Nada es casual y nada es periodismo: lo suyo es puro y llano negocio.