La Sexta ha sido capaz de conjugar su apuesta por la actualidad, 'Al rojo vivo' o 'La Sexta Noticias', con algunos proyectos deliciosos y de calidad: el único informativo televisivo que merece la pena, 'El Intermedio', un espacio de reportajes que está marcando época cual 'La Clave', 'Salvados', o ciertos programas encomiables como 'La Sexta Columna'. Pero la cadena dirigida por Antonio García Ferreras es capaz de formar una parrilla heterogénea donde anida el sensacionalismo de 'Equipo de investigación', los montajes teatrales de 'Pesadilla en la cocina' o el mourinhismo florentinista de 'Jugones'.
En medio de la nada, ni calidad ni chapoteo, está 'Zapeando', quizás el único espacio de humor de la cadena verde que ha sobrevivido al viraje de los comienzos de la cadena, 'Sé lo que hicisteis...' o 'Buenafuente', hacia el dominio de la política actual. El programa de Frank Blanco ayer cumplió 900 programas, casi cuatro años en antena, y ha logrado moverse en un aceptable 7% de share por varios motivos entre los que habría que destacar la incapacidad de Cuatro para hacerle frente.
'Zapeando' arrancó frío como un lánguido plagio de 'Arucitys' y evolucionó, tras la famosa coz de Paco León, hacia un espacio demasiado guionizado y dependiente en exceso del vídeo triste del Youtube. El programa de sobremesa es un espacio ligerito, que busca la viralización y el autobombo de Atresmedia. Entre sus personajes destacan Quique Peinado, que ha tenido que salir de La Sexta para demostrar su potencial, el humor de brocha gorda de Micky Nadal, y otros personajes que se muestran cómodos en plató como Ana Morgade o Anna Simón, amén de Cristina Pedroche, cuyo personaje de pava asustadiza ha sido brillantemente desguazado por Mónica Pérez en 'Homo Zapping'.
La vallecana, encantada de conocerse, se ha estrellado en su empeño de saltar al prime-time, demostrando solo cierta eficacia en sus semidesnudos en la Puerta del Sol el 31 de diciembre. Frank Blanco, forzado como chico tonto de la clase (vean su verdadero carácter en la broma que le hizo el equipo de Javier Cárdenas en la radio), ha logrado que 'Zapeando' sea un espacio tan simpático como irrelevante e insípido, ideal para esos millenials a los que hace unos días despellejaba Antonio Navalón en El País. 'Zapeando' cumple lo que promete: una colección de chorradas "fast food" aliñadas con un guión escrito contra el reloj. Lo ideal para amenizar las sobremesas de los sofás universitarios.
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