Carmen Rigalt aprovechó su columna de ayer en El Mundo para sacar la cara a Gemma Nierga y atacar de paso a Prisa: "La Ser debía de llevar tiempo rumiando esta salida. Años atrás le hizo un hueco en el informativo de Pepa Bueno, donde ya no quedaban nada libre, y la periodista se diluyó, víctima de las apreturas. También pudo haberse hecho el harakiri ella sola, pero no se le ocurrió. La Ser y El País pertenecen a la misma empresa (aunque apenas se dirigen la palabra) y tienen políticas parecidas. La caza al empleado es una de sus favoritas) (...) La guerra de medios y el azote de la crisis han hecho mucho daño. No sólo al periodismo sino a los periodistas, llegando a generarse odios africanos entre ellos. La conclusión es implacable. En Prisa, la fidelidad se castiga".
A Gemma Nierga le sale una defensora en la competencia
Carmen Rigalt aprovechó su columna de ayer en El Mundo para sacar la cara a Gemma Nierga y atacar de paso a Prisa: "La Ser debía de llevar tiempo rumiando esta salida. Años atrás le hizo un hueco en el informativo de Pepa Bueno, donde ya no quedaban nada libre, y la periodista se diluyó, víctima de las apreturas. También pudo haberse hecho el harakiri ella sola, pero no se le ocurrió. La Ser y El País pertenecen a la misma empresa (aunque apenas se dirigen la palabra) y tienen políticas parecidas. La caza al empleado es una de sus favoritas) (...) La guerra de medios y el azote de la crisis han hecho mucho daño. No sólo al periodismo sino a los periodistas, llegando a generarse odios africanos entre ellos. La conclusión es implacable. En Prisa, la fidelidad se castiga".
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