Hace unos días Juan Joya, "El Risitas", volvía a la primera plana estrenando dentadura postiza. También esta semana veíamos una entrevista al pícaro sevillano, primer fenómeno viral español que traspasó fronteras online (aunque no sepa, ni puñetera falta que le hace, que quiere decir "online"). Este personaje quinteriano dice que en Francia "es horrible, me quieren tela", que a su "Cuñao" se lo llevó la droga, que vive en el invierno sevillano de la lotería que vende de espaldas a Montoro en el bar de su fallecido amigo "El Perejil", que el verano lo pasa en un chiringuito de Punta Umbría "repartiendo piruletas a los niños y contando chistes", que en 'Crónicas Marcianas' nunca le pagaron las 25.000 pesetas que le prometieron, que el "mamón" de Santiago Segura le obligaba a hacer rodajes maratonianos en 'Torrente 4', que le da pena Quintero, "que me hizo famoso", "porque se lo han embargao tó", que "El Loco de la colina" durante años no le dejó arreglarse la boca porque "pegaba muy bien" en televisión, que hizo un anuncio de pizzas para Finlandia, que se enfada porque repiten sus intervenciones sin que él vea un duro, que no va al Villamarín porque la gente es muy pesada, y que quiere fichar por 'El hormiguero'.
El hijo tardío de "El Lazarillo" fue uno de los personajes que nutrieron aquella chillona televisión en pleno cambio de siglo. La periodista Valeria Vegas definía así una de las tramas que nutrían la caja tonta en el I Festival de Cultura Basura de Málaga, tal y como recoge Bluper: "Me encantaba Tamara, que me recordaba a Batman y todos sus villanos. Catwoman, Enigma, el señor Pingüino, y allí la teníamos a ella enfrentándose a todos los malos, Leonardo Dantés, Loly Álvarez, Paco Porras". Chapeau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario