La izquierda no tiene quien le escriba










'Salvados' demostró este domingo que es el mejor programa de nuestra televisión y Jordi Évole, "miserable" según el carcamal Ussía, exhibió una honestidad de la que debieran aprender muchos que hablan de periodismo. En la primera parte de la entrevista en el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro mostró un discurso político que deja con los pantalones por los tobillos a nuestra clase dirigente. Quizás 'Salvados' sea el único programa que se libra de la doctrina general que busca que todo siga igual. Y uno de los culpables de esta situación es Pablo Iglesias, que ayer miraba de reojo la comparecencia de Juan Carlos Monedero en el Senado para hablar sobre 'La Tuerka', que cayó hace unos días por el interés de Roures de no mancharse demasiado.

Al PCE no le escribía nadie 

Santiago Carrillo abrió los ojos tras la debacle comunista del 82 y por fin hizo autocrítica: el PCE se había equivocado con su política mediática al empeñar todos sus esfuerzos en resucitar a diario el Mundo Obrero. El secretario general de los comunistas anunció que el Partido iba a optar a las licencias de radio que se iban a sacar a concurso. Ya era tarde porque se había equivocado Carrillo al dejarse cegar por los flashes de unos periódicos cuyos editores habían hecho carrera en el franquismo y que ahora pedían la legalidad del PCE para legitimar internacionalmente el Sistema que les beneficiaba.

A Podemos no le escribe ni Dios

Algo parecido le ha ocurrido a Pablo Iglesias, que a diferencia de los miopes de IU tenía un plan mediático. El líder de Podemos puso en marcha 'La Tuerka', que se nutrió de un dopping venezolano que no le hizo puñetera falta a Podemos por mucho que se empeñen Inda, travestido ayer en profesor de ética, o Riobóo, pobre hombre que tras mendigar contratos públicos a los socialistas en el cinturón rojo madrileño ahora se ha convertido en aspirante a tertuliano de 13 TV en sustitución de Rosa Díez, Joaquín Leguina o Corcuera.

Recuerden que Iglesias irrumpió en televisión por interés comercial de Intereconomía TV, 13 TV o La Sexta y se mantuvo como tertuliano por intereses políticos. Pero él veía astronómicas encuestas y se lo creyó, rodeándose de un grupo de mediocres y practicando una política interna caudillista. Se emborrachó de un poder que carecía porque se creía que marcaba la agenda política hasta que se la marcaron en la cara al son de ritmos griegos, vascos y venezolanos. Entre medias llegarían infames informes villarejiles, eructos de los acartonados intelectuales de El País y las clásicas campañas atroces de la caverna.

Un horizonte sombrío

Catalunya ha sacado a patadas a Iglesias de las tertulias y solo le queda Roures, que en la vejez parece haber sacado un mínimo de dignidad con obras como 'Las cloacas del Estado'. Aun así no deja a un lado a sus socios: la petrodictadura de Qatar, el ultraconservador Javier Tebas (que caerá, como lo hicieron Bernard y Pineda), o el sujeto más siniestro de nuestra beautiful people, Florentino Pérez. El magnate catalán es el mismo que se jugó la vida, el puesto fijo y más adelante el negocio por sus ideales antes de enterrar Público aplicando la reforma laboral por la que había protestado. Eso lo hizo antes de recomprarlo para disgusto de los ex trabajadores. Eso le queda a Iglesias, consciente de que Roures podría caer porque le tienen ganas, le están esperando y podría morir por unos derechos que por ahora no están dispuestos a comprarle. ¿Algo más? Infolibre, incapaz de importar con éxito el fenómeno francés de Mediapart, y El Diario del sombrío Nacho Escolar, que a las duras huirá.

Catalunya de postre

Tras las agresiones policiales, los insultos del Rey y la decisión de crear presos políticos tocan elecciones catalanas, montadas para que ERC y los Comunes morados se hagan con el poder a cambio de anteponer las políticas sociales a las soberanistas. Esto hará respirar a parte del catalanismo social y será bien recibido por Fainé y la burguesía, que votarán por Junqueras tras tirar por la borda una Ciu afixiada por corrupción que se echó en brazos del independentismo porque sabía el procés les mantenía con vida de forma artificial. Pero el respirador ha dejado de funcionar y perderán el poder, ya sin los mimos de Godó o Zeta, que olvidan la manguera de la Generalitat tras recibir favores madrileños. Estará el PDeCAT oposición al lado de una CUP que facilitará involuntariamente que los independentistas no tengan mayoría. Tampoco faltarán el lepeniano PP, Ciudadanos-35 y el PSCiu de un Iceta encamado con los homófobos de Unió para que le voten traidores como Santi Vila.

La asfixia

Con una irrespirable catalanofobia instalada en los medios autodenominados nacionales el Sistema está dejando sin aire a casi medio Estado. Ni uno solo de los 6 periódicos impresos nacionales apoyan a la izquierda. Tampoco lo hace ninguna de las principales 15 emisoras de radio. Ni una de las 27 señales en TDT. Ni siquiera a la izquierda le queda el humor, con Mongolia escuálida y más pendiente de acordar que de armar lío, y con el resucitado El Jueves pendiente de una justicia que está pendiente de imputar por chistes en vez de limpiar este lodazal corrupto.


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