El Partido Popular desembarcó a finales de 2011 en RTVE con un perfil más bajo y apolítico del que le exigían sus acólitos mediáticos. La debilidad parlamentaria de Mariano Rajoy y la agitada situación social invitaban a no rescatar ni "a Urdacis ni a Buruagas", por lo cual un funcionario con aire tecnócrata y opusteista, Leopoldo González-Echenique, un periodista que no se había quemado demasiado a nivel mediático, Julio Somoano, y un chico que accedió a la casa por oposición en 2003, Sergio Martín, accedieron a la dirección de TVE, a la de sus informativos y a la del Canal 24 horas.
Detengámonos en el tercero: Martín, último superviviente en TVE del escuálido triunfo del PP en 2011. Una supervivencia que se le antojaba imposible en 2014 entre rumores de destitución por haber pilotado fallidamente el Canal 24 horas. Este canal había incumplido sus funciones al desconectar durante el atentado de Boston en 2013, al haber cortado una rueda de prensa de Cospedal en la que se disponía a hablar sobre el Caso Bárcenas, al haber tardado más de la cuenta en informar sobre la dimisión de Gallardón o al haberse retrasado en más de dos horas en conectar con Santiago tras el accidente del Alvia. Todo estaba en su contra, pero "el muerto" resucitó.
No estaba muerto...
Y resucitó invitando a Pablo Iglesias a finales de 2014. Un audio filtrado evidenció que Martín dio consignas a sus tertulianos "para que no puedan decir que es una encerrona". La primera intervención del presentador de 'La Noche en 24 horas' en antena ante Iglesias la aprovechó para felicitarle irónicamente por la excarcelación de presos etarras. La entrevista siguió una tónica bronca.
Pero no se equivoquen: Martín no tiene nada contra Iglesias. De hecho lo fichó como contertulio del Canal 24 horas antes del nacimiento de Podemos, pero las presiones de "arriba" convirtieron una colaboración fija en una invitación ocasional sin continuidad. Pero Martín, chico listo, consiguió que la izquierda y sus compañeros protestasen ante el "enhorabuena" y que la derecha mediática ultraconservadora le felicitase, situación que le garantizó su continuidad.
Salto a la fama
Aquella noche Martín saltó a la fama, situación que escondía su evidenciada incapacidad para dirigir el Canal 24 horas y para moderar 'La Noche en 24 horas', espacio al que había hundido en audiencia. Y él se lo creyó: aprovechó su programa para hacer publicidad subliminal a cambio de regalos (la tecnología es su debilidad), se marchó con dietas a cubrir el fin de campaña de Rajoy y Sánchez, síntoma del apoyo de TVE al "bipartidismo", y se garantizó seguir cobrando como "cienmileurista" pese a la fama de "vago" que le perseguía.
La etiqueta la había puesto en solfa Voz Pópuli: "Critican que llega a la redacción de 'La Noche' sobre las 20:00 horas, con lo que realmente trabaja unas cuatro; resaltan que anda más preocupado en exudar frases sin gracia como "no es una amenaza: Mañana volvemos"; y, sobre todo, señalan que bajo su mandato se ha hundido la audiencia".
Su ambición
El Canal 24 horas se le quedó pequeño y RTVE le premió los méritos con su salto en 2016 a La 1, cadena en la que ha llevado a 'Los Desayunos de TVE' a los peores números de sus 23 años de historia. Pero Martín sigue encantado de conocerse y este jueves sacó su desagradable carácter contra Gabriel Rufián, situación a la que se vio obligado a llegar después de demostrarse que sus preguntas no tenían ningún sentido, como tampoco las tuvieron cuando tuvo la inconsciencia de preguntarle a Adriana Lastra por la inexistente ruptura de Rodríguez-Ibarra con el PSOE.
Y ya saben, Martín se envalentonó contra Rufián y le despachó con cajas destempladas: "Da a la sensación de que nos trata como a imbéciles por hacer una pregunta que a lo mejor a usted le parece imbécil, pero que a nosotros nos parece relevante para el análisis. Está usted en su derecho de responder como quiera, también nosotros de preguntar lo que queramos. Mi obligación es hacer preguntas y su libertad, la de responderlas". Más comedido se le vio con Soraya hace unos meses, porque él sabe que sus incapacidades son ocultadas si se muestra débil con el fuerte y fuerte con el débil. Y por desgracia esta táctica le sirve en la televisión que pagamos todos, pero él, coordinador del libro 'Noticias las justas', sabe que "Preguntas las justas" cuando está con la vicepresidenta y que "Groserías al por mayor" cuando le toca tener como entrevistados a esos "comunistas piojosos".
Espero que no se moleste si cuando vaya a perder el PP las elecciones le dicen "¿Qué nombre se pondrá @SergioMartinTVE tras las elecciones? Dicen por ahí que será @SergioMartinTrece" o algo parecido
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