Los ciudadanos culpan a la clase política de las medidas restrictivas tomadas tras la crisis y albergan en algunos casos la ruptura institucional. Y eso que, según la prensa económica, las élites cumplen al milímetro la voluntad de los españoles: éstos son los ciudadanos europeos más deseosos del intervencionismo estatal en materia económica, según datos de una encuesta realizada en 2014 por la Fundación BBVA. También los españoles son los más críticos con el sistema político y los menos informados, ocultando en demasiadas ocasiones el agujero que provoca el fraude ciudadano.
La teoría de la prensa económica se posiciona en contra de la idea mayoritaria del "papá Estado" denunciada por el liberalismo o las ideas libertarias, hecho con las que la mayoría exculpa sus responsabilidades enviándolas a otras esferas fáciles de criticar. El problema es el contexto del que resurgieron estas teorías. Artículos como éste se publicaron en el periódico español más reacio a los cambios (por su deuda y accionistas) y salieron a la luz en 2014, a tan solo un mes de unas elecciones europeas que hicieron tambalear el sistema bipartidista o turnista. Es decir, son artículos principalmente políticos (bajo la apariencia económica) y son oportunistas porque buscan que no se criminalice a un sistema político en mínimos de popularidad por corrupción, no por los recortes.
"La culpa es nuestra" y otros invitan a la reforma en vez de la revolución que proponían algunos partidos en una pre-campaña electoral que ya asomaba por el horizonte. Y lo hace con datos basados en una encuesta elaborada por el BBVA, fuente de parte y por lo tanto inservible. El autor acierta en este caso apuntando a la corrupción de las bases, ironiza sobre la tardía y errática respuesta a la crisis y apuesta por la transparencia. Pero lo hace con una oscura intención: desacreditar al Sistema del bienestar.
El alegato neoliberal se remata con una crítica a las obras públicas o a una fiscalidad que en muchos casos beneficia a las élites. Existen al menos dos lecturas posibles sobre el texto: una crítica al excesivo estatalismo de la Europa occidental sur, quizás relacionada con el peso del catolicismo en la vida pública del Mediterráneo (esta religión da una importancia al sacramento de la confesión, con el que se purga en contra del luteranismo las culpas y por lo tanto las responsabilidad tras simple explicación y laxa penitencia).
Y busca publicitar la receta de aplicar a Europa las reglas de Estados Unidos, que le vende todo a todos por un sistema colonialista basado en invertir entre el 15 y el 20% de su presupuesto en Defensa (o Ataque). Estas recetas podrían redundar en hacer competitiva a la vieja Europa a cambio de su ventajoso Sistema del bienestar (reacción de Bismark a finales del XIX para intercambiar derechos a cambio de la renuncia de la revolución: la izquierda política legitima la propiedad y las élites hacen lo propio con los derechos sociales, pacto que sigue vigente en nuestros días con mayor o menor fortuna al calor de la escuela de Keynes).
Hubiese estado bien que añadieras algún artículo de Rallo o de Manuel Llamas donde se demuestra que el sistema público de pensiones es insostenible y que funciona como una estafa piramidal.
ResponderEliminarP.D: No me ha quedado muy clara tu opinión al respecto.
No hay mejor humorista en "este país" que este tipo cuando habla de política, o como en este caso, de economía. Este artículo supera a aquel en el que hablaba de "los crímenes capitalistas de Hitler y Franco" y "el marxismo como palanca del estado del bienestar en Europa Occidental" y mira que era difícil, felicidades y adelante.
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