La caída política de Màxim Huerta ha pillado a contraipé a Ana Rosa Quintana, que hace unos días ironizaba con sus tertulianos: "¿Qué queréis que os nombre?". Pero ayer la comunicadora parecía enfadada en Twitter por recibir muchos WhatsApp sobre el fraude fiscal de su ex mano derecha: "Hasta ahora yo no soy ministra, tampoco soy asesora fiscal de Màxim, ni siquiera le contrataba yo (lo hacía su productora). Pero ha sido un compañero 11 años y no voy a hacer leña del árbol caído".
Y en su programa ya no ofrecía cargos públicos: "Me están friendo en Twitter. Pues claro que me alegré que Màxim fuera nombrado ministro y era un orgulloso para nosotros. Parece que la que soy ministra soy yo. Está bien que haya dimitido. No podía hacer otra cosa". Pero añadía: "Es cierto que desde que se marchó no hemos tenido demasiado contacto". ¿No se veía con el que hasta hace una semana parecía su hijo? ¿Por qué no dijo esto cuando recibía felicitaciones cual madre orgullosa?
Nada extraña teniendo en cuenta el cambio de chaqueta de AR sobre la huelga feminista: primero dijo que no iba a parar y finalmente la apoyó, viendo el vendaval se venía encima (al igual que Rajoy, que lució enseña morada). Ahora la reina de las mañanas incluso se atreve a recoger los frutos del feminismo...desconociendo que es feminista al que le cuesta trabajo serlo, no el que quiere serlo por moda.
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